CLASICISMO

 

 

 

Caracteres de la música en el Clasicismo

Equilibrio y ortodoxia son las principales cualidades de la música en este período, al igual que ocurre en las demás artes plasticas. 

Se crean melodías nuevas que no recuerdan a las del período anterior; la fuente fundamental es la música popular.

Se utiliza un ritmo muy libre y natural que viene expresado por la melodía misma para dar sensación de movimiento. Durante el período anterior (barroco) el ritmo era mecánico.

Las leyes y reglas académicas afectan mayormente a la composición, que ha de tender a buscar la perfección. Los academicistas entienden que para que la melodía sea perfecta ha de tener una construcción en frases de seis, ocho, dieciséis, etc., compases, y cada una de estas frases debe estar dividida en dos períodos iguales, con lo que se logran melodías absolutamente regulares. 

Función de la música clásica

El desarrollo de la música clásica coincide en el tiempo con el comienzo de una corriente cultural conocida como Ilustración, típica del mundo occidental y que aspira a imponer sobre la Tierra su ideal de Libertad, Igualdad y Fraternidad como premisas básicas para obtener la felicidad.

En este sentido, la música clásica pretende construirse de una forma simple, a la vez que sutil. En definitiva, no hace más que reflejar al hombre como ser carente de problemas, armónico y, por tanto, feliz.

La belleza es el único objetivo de la música clásica. Durante el Barroco este arte tenía una serie de pretensiones como, por ejemplo, el crear ambientes más o menos escenográficos, mien tras que en el Clasicismo la única pretensión del músico es crear arte sin ninguna finalidad, a lo sumo entretener. Esto favorece el que la música llegue a estratos de la población para los que antes era algo prohibido.

De igual manera habrá algunas formas musicales que, saltándose la regla general, asuman pretensiones políticas; es el caso de la ópera, que en ejemplos puntuales como La Flauta Mágica de Mozart, expresa estas últimas aspiraciones más o menos alegóricamente
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FORMAS DE LA MÚSICA CLÁSICA

La sonata

La sonata aparece durante el Barroco, pero va a ser en el Clasicismo cuando alcanza su verdadera dimensión, conociéndose a la nueva forma musical creada como forma sonata.

Durante esta época posee generalmente cuatro movimientos, que se desarrollan a lo largo de tres tiempos para cada uno de los movimientos:

1º Exposición.- De dos temas que se enfrentan. Para ello es necesario que vayan en tonalidades distintas, una principal y otra secundaria.

2º Desarrollo.- Se fundamenta en los dos temas o en uno sólo, y cambian constantemente de tonalidad, lo que crea en el oyente una sensación de sorpresa y atención.

3º Recopilación o reexposición.- En ella aparecen los dos temas interpretados en la tonalidad principal y seguidos de una parte llamada coda o cola como conclusión.

La sinfonía

Este término tiene su origen en el griego y significa consonancia, armonía. Aunque en un principio mantiene formas arcaicas heredadas básicamente del madrigal renacentista, durante el Clasicismo alcanza su actual forma, que adopta el patrón estructural de la sonata. Al igual que en ella, la intervención de los instrumentos en un momento determinado no es indiferente ni ocasional, sino que responde a la trama argumental introducida en la estructura de la sinfonía.

Formas menores

Entre todas ellas cabe destacar las siguientes:

Serenata. También tiene un origen remoto, no clásico. Se trata de una pieza musical sin estructura determinada y que, en un principio, estaba destinada a ser cantada o interpretada al aire libre en las noches serenas, aunque las existentes nada tienen que ver con esta finalidad.

Divertimento. Derivado de la Suite, tampoco tiene una estructura determinada.