LEYENDA DE NUESTRO PADRE JESÚS

06.01.2014 00:42

 

 

LEYENDA DE NUESTRO PADRE JESÚS (JAÉN)-EL ABUELO

 
DEL BLOG
 
 

"EL ABUELO" MANUEL JIMÉNEZ ALCÁNTARA

 

 
 

Como no podía ser menos, aquí os dejo un cuadro de mi padre. Creo que a éste le tenía un especial cariño. Lo acompaño de la leyenda del “Abuelo”, que también me la contaba mi abuela y siempre me ha gustado muchísimo.

ESTEFANÍA JIMÉNEZ

 

Estefanía J.A.

Admiradora empedernida de todos los que crean; modesta creadora...

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Una tarde del año 1590, un anciano caminante apareció a las puertas de un caserío cercano al Puente de la Sierra (según unas versiones, ocurrió en la llamada Casería de Jesús, aunque otras versiones la sitúan en un cortijo que había cerca de la Merced  y que bien pudiera estar en la actual calle de Jesús). Estaba agotado y a punto de desfallecer y pidió asilo humildemente para pasar la noche.

La familia se apiadó del pobre anciano y no dudó en acogerlo en su casa. Mientras compartían su cena con él, el forastero se fijó en un gran tronco que usaban como banco y exclamó: “¡Qué buen Nazareno saldría de ahí!”.

Le pidió a la familia que se lo dieran, pues deseaba tallar una imagen de Jesús para agradecerles su acogida, pues según les dijo, era muy hábil trabajando la madera.

La familia accedió, y el anciano les dijo a sus anfitriones que no saldría de su habitación hasta haber terminado el trabajo, así que no debían preocuparse por él ni molestarle.

Transcurrieron dos días y el matrimonio comenzó a preocuparse. Nada se sabía del anciano, que no había solicitado instrumento alguno, y ningún ruido salía del cuarto.
Por fin, al tercer día, no pudieron esperar más y decidieron ir a ver cómo estaba el anciano. Al llegar a la habitación encontraron la puerta abierta. Penetraron con temor en la estancia y se quedaron boquiabiertos al encontrar la figura de Jesús apenas cubierta por un tosco sudario. Su cuerpo encorvado y cubierto de heridas y sangre; sus ojos, vidriosos y angustiados fijos sin ver en el suelo; su rostro contraído por el dolor, con los labios agrietados derramando su sangre por una de las comisuras.

El matrimonio buscó al anciano viajero, pero no lo encontraron por ningún lado. Lo que sí hallaron fue una nota escrita por él que decía: “A través de esta imagen, amadle con todo el corazón, en la seguridad de que nunca os abandonará”
La figura alcanzó una gran fama y fueron muchas las peregrinaciones al cortijo  para contemplar la magnífica obra.

A la muerte del matrimonio, fue trasladado al Convento de la Carmelitas Descalzas, donde la gente acudía repleta de fe, a contemplarlo.

Existe otra leyenda referente a la aparición de esta talla, menos conocida pero no por ello menos curiosa.

En la cuadra de esta casería de Jaén, una noche una de las bestias se hallaba terriblemente inquieta. El animal dio una coz tremenda contra la pared y abrió un agujero en ella. El mulero entró para tratar de calmar a la bestia y vio sorprendido que tras la pared rota había una habitación oculta.

Penetró en ella y fue allí donde encontró la figura de Nuestro Padre Jesús Nazareno, cubierto por un sudario.