ALERGIA

 

 

ALERGIA

 


1.- SÍNTOMAS

Dificultad respiratoria - Picor generalizado - Erupción en el cuerpo - Piel escamosa - Náuseas - Lagrimeo - Estornudos persistentes

2.- DESCRIPCIÓN

La alergia se manifiesta por reacciones anormales de determinados sectores del organismo, principalmente del aparato respiratorio y de la piel, cada vez que actúan las sustancias sensibilizantes, u otros estímulos no específicos, pero capaces de desencadenar los mismos fenómenos en el organismo una vez hipersensibilizado. Las reacciones alérgicas constituyen verdaderas enfermedades, o cuando no, dan un carácter particular a las demás reacciones patológicas en los sujetos hipersensibilizados. El papel de la histamina es fundamental en la génesis de los fenómenos alérgicos, y, por ello, también en su terapéutica. Un mismo individuo puede sensibilizarse a varios alergenos. La sensibilización puede ser permanente, extinguirse al cabo de algún tiempo, tener oscilaciones o cambiar de uno a otro alergeno. Cada vez son más numerosos los casos de hipersensibilización general del organismo que suelen denominarse enfermedad de intolerancia o simplemente hipersensibilidad. Para identificar la sustancia causante de la alergia se utilizan las pruebas alergénicas, consistentes en provocar una reacción en la piel del enfermo por el contacto, mediante escarificación. Los síndromes más frecuentes afectan a las vías respiratorias, provocando asma bronquial, rinitis alérgica o fiebre del heno. También afectan a la piel, esta vez provocando urticaria, escema, eritemas y prurito. Cuando afecta al aparato digestivo llega a provocar diarra alérgica y colitis. La jaqueca y el vértigo pueden ser ciertos síntomas cuando la alergia afecta al sistema nervioso. La congestión conjuntival es muy frecuente en los procesos alérgicos de los órganos visuales. Una vez hecho el diagnóstico de la naturaleza alérgica, se intenta descubrir la causa, es decir el alergeno o alergenos específicos.

 

3.- TRATAMIENTO HABITUAL

El tratamiento específico de las alergias consiste en evitar en lo posible que el enfermo se ponga en contacto con el alergeno responsable y en desensibilizarlo con dosis crecientes de alergeno con otras sustancias, tales como la histamina. El tratamiento sintomático se vale de diferentes fármacos según los casos como, por ejemplo, la adrenalina, corticoides, sedantes, antihistamínicos, entre otros. Pero ninguno de estos fármacos curan la alergia, sino que simplemente producen una mejoría o desaparición de los síntomas.

 

4.- PREVENCIÓN

La desensibilización es un método preventivo que consiste en la administración de cantidades crecientes de una solución que contiene el alergeno para ir "acostumbrado" al sistema inmunitario de forma lenta y progresiva a la presencia de la sustancia específica que provoca la reacción alérgica. Si este proceso se lleva a cabo en la época anterior a la que el enfermo padece su sintomatología más florida, es de esperar que no reaccionará de forma patológica. Pero, no todos los enfermos se pueden beneficiar a este tratamiento. También es preventivo el cromogliato disódico. Se trata de una sustancia que aumenta la resistencia de los mastocitos, impidiendo la liberación de histamina, y por tanto, la reacción alérgica.

Hay una variedad de enfermedades que en cierta proporción de las personas que las sufren puede atribuirse directamente a esta característica: la fiebre del heno y el asma.

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