Carta de un hijo a sus padres...
de Florencia Goldaráz Gahn en FACEBOOK
No me des todo lo que pido.
A veces sólo pido para ver hasta dónde puedo llegar.
No me grites.
Te respeto menos cuando lo haces, y me enseñas a gritar a mí también y yo no quiero hacerlo.
No me des siempre órdenes.
Si en vez de órdenes a veces me pidieras cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.
Cumple las promesas buenas o malas.
Si me prometes un premio, dámelo, pero también si es un castigo.
No me compares con nadie,
especialmente con mi hermano o mi hermana.
Si tu me haces sentir mejor que los demás alguien va a sufrir
y si me hacer sentir peor que los demás, seré yo quien sufra.
No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer.
Decide y mantén esa decisión.
Déjame valerme por mí mismo.
Si tu haces todo por mí yo nunca podré aprender.
No digas mentiras delante de mí ni me pidas que lo haga por ti,
aunque sea para sacarte de un apuro.
Me haces sentirme mal y perder la fe en lo que me dices.
Cuando yo hago algo malo no me exijas que te diga por qué lo hice.
A veces ni yo mismo lo sé.
Cuando estás equivocado en algo,
admítelo y crecerá la opinión que yo tengo de ti,
y así me enseñaras a admitir mis equivocaciones también.
Trátame con la misma amabilidad y cordialidad con la que tratas a tus amigos.
Porque seamos familia no quiere decir que no podamos ser amigos también.
No me digas que haga una cosa cuando tu no la haces.
Yo aprenderé lo que tu hagas aunque no lo digas. Pero nunca haré lo que tu digas y no hagas.
Cuando te cuente un problema mío no me digas: "no tengo tiempo para bobadas" o "eso no tiene importancia".
Trata de comprenderme y ayudarme.
Y quiéreme, y dímelo.
A mí me gusta oírtelo decir aunque no creas necesario decírmelo.