EN DEFENSA DE LA VIDA
HOMENAJE A ANTONIO MOSCHÉN Y MARIANO AGUSTINI
Marcha “EN DEFENSA DE LA VIDA” realizada en la ciudad de Avellaneda, el Lunes 10 de Noviembre de 2008 encabezada por dos nietos de Antonio Moschén, que junto a Mariano Agustini, fueron salvajemente asesinados hace trece años, por Eduardo Bournissent.
En la marcha, EN DEFENSA DE LA VIDA, entre 300 y 400 personas se congregaron frente al Templo Parroquial y caminaron alrededor de la plaza principal.
Unieron sus rezos a los del padre Néstor Monzón, sacerdote de la parroquia de Avellaneda, y caminaron compenetrados de que la justicia en nuestro país, necesita cambios radicales, ya que los únicos favorecidos por ella, son los delincuentes, aunque esto por cierto no lo expresaron de esta manera.
Si bien el lema de la convocatoria fue "En defensa de la vida", el mensaje enviado al juez de ejecución penal es que la comunidad no quiere que el Poder Judicial permita que quien fuera condenado por el crimen de Mariano Agustini y Antonio Moschen pueda andar libremente por la ciudad en sus permisos de salidas transitorias de la cárcel, algo que los familiares consideran una provocación que remueve la llaga del dolor.
13 años
Mariano Agustini tenía 21 años y era empleado de la Unión Agrícola de Avellaneda. Su misión era el traslado del dinero que había retirado del banco.
El policía Antonio Moschén tenía 53 años y era el custodio cuando trasladaban una cifra de aproximadamente 30.000 pesos/dólares desde el Banco Coinag, ubicado entonces por calle Mitre al 600 de Reconquista, rumbo a la Cooperativa en Avellaneda. Fueron asaltados y asesinados. Sus cuerpos aparecieron arriba del Renault 12 Break de la empresa, abandonados en Barrio Chapero, sobre calle 45.
Era octubre de 1995
Cuatro días después del suceso que escandalizó a la sociedad, la policía anunció el esclarecimiento con la detención de Eduardo Bournissent, por entonces con unos 28 años, casado con una sobrina del policía asesinado e hija de un íntimo amigo del padre de Mariano. Bournissent conocía a las dos victimas ya que incluso fue empleado de la Unión Agrícola, de donde se marchó sin dejar cariños.
Bournissent por entonces era un osado comerciante que tenía un comercio dedicado a la venta de motos sobre el Bulevar Irigoyen al 1100, "California Motos". Estaba endeudado con su principal proveedor que lo tenía a trasperder y hasta con la empresa de teléfonos que apuraba el pago. En horas después del crimen saldó varios pagos. Además fue visto cuando paró el auto de la cooperativa en calle Iturraspe a pasitos de Olessio. Y luego del abandono de los cadáveres se lo vio caminando en esas inmediaciones, regresando por calle 9 de julio. Si bien él siempre sostuvo su inocencia, éstas y otras pruebas fueron contundentes y no dejaron ni un lugar a dudas a los jueces que en todas las instancias lo consideraron culpable. Se lo reprocharon con la condena más dura: prisión perpetua.
Recién en 22 años más podrá beneficiarse con la libertad condicional, pero su excelente conducta en la comunidad carcelaria le permite salidas transitorias para visitar familiares los fines de semana (los tiene en Avellaneda, Las Garzas y Reconquista); también salidas transitorias durante los días de semana para estudiar abogacía y trabajar como docente universitario en facultades de la Ciudad de Santa Fe y Rosario.
El condenado no tenía problemas hasta que pasó una raya: fue a misa al mismo templo que los familiares de las víctimas y estalló el conflicto que en la noche del lunes 10 de noviembre de 2008 tuvo un nuevo capítulo con una marcha que sacó de sus hogares a unas 400 personas que rezando junto al párroco Néstor Monzón, recorrieron los 800 metros alrededor de la plaza, con fotos de las víctimas y los familiares a la cabeza: padres de Mariano, la viuda de Moschén, sus hijos y nietos. Varios carteles que expresaban el dolor.
Junto a ellos caminaron las máximas autoridades de la ciudad, entre ellos el intendente Orfilio Marcón, integrantes de su gabinete y el presidente del Concejo Municipal, Héctor Cucit.