¡FELIZ NAVIDAD 2013!
Feliz Navidad
Ya se empiezan a sentir tus cercanías,
Desde el Día de los Muertos comienza,
Esta nostalgia que siente el corazón,
Magia transformada en melancolía...
La esperanza de aquella suave ilusión
De desear lo que ni siquiera sabes,
Lo que deseas, que un día vendrá…
Ya ansío su rauda aparición...
Todo un año esperando un solo momento,
Todo un año sintiendo que el aire falta,
Todo un año con un incómodo sentimiento,
Pero que muy pronto se verá resuelto.
Ya empiezan las cuentas regresivas,
Ya las luces decoran la ciudad,
Los niños con miradas expresivas,
Transforman tal encanto en ansiedad.
Permíteme tener más caridad,
No me evites que rece en las veladas,
Para que entren los Peregrinos,
Y nos brinden la bendita Natividad.
Quien pudiera ser un niño y añorar,
Los días más felices de todo el año,
Con esa pasión, con entrega y con cariño,
Que sólo se expresa durante ese ensueño.
Los Nacimientos en todos los hogares,
Simbolizan esta etapa maravillosa...
Su magia invade todos los rincones,
Con esperanza que a todos fraterniza.
Días de una infinita y rara alegría,
Que se mezcla oculta con tristezas,
Con ganas de llorar sin razones tener:
Es la esperanza efusiva de lo que ansías.
En el nombre del Cielo me pides posada,
Y si no puede andar Tu Esposa Amada,
Aquí estoy yo, esperándolos con ahínco,
Entren, Santos Peregrinos, a mi morada.
Pasen José y María a su pobre casa,
Hay un lugar en este pequeño rincón,
Que yo les ofrezco con todo mi corazón,
En el aposento de mi alma ilusionada.
El pecho duele de esa especial emoción,
Se siente inflamado e igualmente vacío,
Un hormigueo constante en toda la piel,
De la inquietud por ver al Niño nacido.
¿Qué novedades traerá esta Navidad?
¿Será igual que todas las anteriores?
¿A quién se aparecerá ahora el Angelito
Que anunció el suceso a los pastorcitos?
¿Es que me invadirán nuevos sueños
Al sentarme a contemplar el Nacimiento?
Pero si cada vez soy un año menos niño,
¿A dónde irá a parar mi pensamiento?
Quisiera poder alcanzar las estrellas,
Aquéllas que más brillan en el cielo,
Para adornar a la Virgen con ellas,
Y al niño cubrir con su radiante velo.
El Cielo mis ojos han de contemplar,
En la carita rosada de mi Redentor,
Cuya luz es más brillante que el sol,
Pues el sol, de Él obtiene su resplandor.
Amado Niñito, ¿qué quieres que haga?
Dímelo, lo haré, Precioso, sin condición,
Para poder estar siempre a tu lado,
Que a tu lado, todo mal en mí se apaga.
Haz que yo goce con tus promesas,
Haz que me llene de tus alegrías,
Que no me falte tu grata presencia,
Que tus enseñanzas sean mis guías...
Que nunca acabe mi amor por Ti,
Que mi sentimiento no sea vaciedad,
Para no cambiarte en mi credibilidad,
Por un rojo traje, teñido de falsedad...
Permíteme tenerte siempre conmigo,
Siembra en mí, la paz y la generosidad,
El misterioso anhelo de la bondad,
Que inflama mi alma toda Navidad.
Quiero caminar durante todo el año,
En la búsqueda de tu Estrella de Paz,
En la búsqueda de tu Noche de Amor,
Y mientras las busco, no dejarte de amar.
Ay Niñito Jesús, mírame con buenos ojos,
Quita la maldad de mi pensamiento,
Lléname de piedad y de misericordia,
Que quiero recibirte con recogimiento.
No me des regalos, no me des presentes,
Sólo quiero tu amor y tus bendiciones,
Poder por igual a mis semejantes amar,
Y una “Feliz Navidad” poderles desear.
Félix Cantú Ortiz
ARBOL DE NAVIDAD EN PLAZA DE AVELLANEDA