LA NOCHE PASADA

18.09.2013 00:29

 La noche pasada... Ninfa Duarte

 

 

Amanecí  inquieta, como gacela herida

 

enredada en los pliegues blandos

de la sábana revuelta, y

bañada en rocío salado,

 sobresaltada por el sueño

que aún temblaba en mi piel…

 

Sentí tus suaves alas, revolotear sobre mis senos

erizados de pasión pudorosa

y tus labios mojados en mis retoños

eclipsados por la

oscura intimidad de mi lecho,

noche de truenos y relámpagos

noche de pasión…

 

Cerrando los ojos recorrí

los bellos momentos de la noche pasada…

Te adentrabas en mi

como el agua en la tierra sedienta,

como leche en el pan fresco;

con delicados movimientos,

mariposas en arrullo;

 vibraba  la noche toda

en el entorno callado y expectante,

ardores, convulsiones

que en mi alcoba se recreaban

iluminados por  relámpagos fugaces…

 

En aquel juego de quereres

conjugando caricias,

sentías mi entrega absoluta

y tus sentidos devolvían

cada temblor,  cada suspiro;

cada aletear del ave nocturna

buscando su nido

 tu piel ardiente respondía con deleite;

ya no quedaban secretos,

 nada sin explorar,

 ya no había enigmas allí, solo gemires.

 

Te di a sorber mis dulces efluvios,

carnaval ineludible

mientras tus emisiones

bañaban mis muslos anhelantes

que gritaban su contento

enredadas

como áspides hambrientas,

y tu lascivia irreverente

resbalaba sobre mi férvida desnudez…

 

Acepté todo lo que me dabas

en medio del huracán

tibieza, ternura, suavidad…

mas también

una agresiva sed de locuras,

la avidez de un ave rapaz,

un fervoroso combate cuerpo a cuerpo,

un deseo vehemente,

y en medio de las sábanas

Ibas pintando ácidos humores.

 

Duró la noche entra

hasta que reventó la aurora

en mi piel vacía de apetitos

y húmeda de quereres,

revolcándome entre las sábanas,

vacías… mojadas…

añorándote…

 

Mi corazón tiene su propio infierno!