Montón Eros
JORGE FALCONE
“Te han sitiado, corazón,
y esperan tu renuncia.
Los únicos vencidos, corazón,
son los que no luchan.
No te entregues, corazón libre.
No te entregues!”
Rafael Amor
Advertencia
Argentin@ que te hartaste
de lo que alguna vez se llamó historia,
mejor pasáme por alto.
A mí no me leas poeta
abstracto que prefiere
que tinta y acontecer
colectivo no se encuentren.
Estas líneas no son para ustedes.
Son para gente que aún cree.
Destino, causáme la vejez…
Causáme el guadañazo…
Pero nunca arrebates la sorpresa
de este pendejo azorado.
El Timbre de la Historia
Cuando el mundo rabioso se partía en dos
y política consistía en aplastar
a quien se plantara en el medio,
cuando el hervor del continente
burbujeaba en el Caribe,
a la misma hora en que otros pibes
hacían servicio en el ashram entonando melopeas
al dulce Bargolestwar
y buceaban sus adentros
con meditación trascendental,
estos clavaron su índice en el timbre de la historia
prescindiendo en el acto de su adolescencia,
enfundados en gavancitos del Colegio Nacional
y uniformes escamoteados
al Servicio Militar.
Y fueron recibidos cortésmente por el tirano,
escribas de entonces descreyeron
de la hazaña y la atribuyeron
a internas del gobierno de facto.
Aún se empeñan los cagatintas en buscarle el lado flaco,
supuestas inquinas dentro de aquel comando…
Pero ellos resplandecen incólumes en sus veinte años,
tras de su rimmel o engominados,
en un afiche que dice “Buscados”.
En qué rincón del sótano esconder la verdadera
soberbia armada que fusila
sin extremaunción y acribilla
el ómnibus escolar…
Con qué jurisprudencia que no sea
un siglo y medio de pelea
por defender la tez morena
se conforma el tribunal
que al verdugo condena…
Imberbes antes de saberlo estigma
ponen en acto lo que el pueblo espera
y conociendo las reglas
clavan su quilla en Pizzería La Rueda.
Dirán que habrá más canallas
y nuevos vindicadores,
pero lo cierto es que aquellos
tornaron insoslayable que no sólo
entran balas en el corazón del pobre.