AVANCE PENOSO III

 

 

PENOSO AVANCE DE LA COLONIA
PARTE III

 

 

Extraído del libro "LA COLONIA NACIONAL PTE.AVELLANEDA Y SU TIEMPO" lra. Parte, del Doctor Manuel I. Cracogna

 

 

En razón de las condiciones precarias que soportaban y por estar sostenidos por el gobierno nacional, el señor Victorica "concedió a los once colonos galenses que residen en el inmediato pueblo de Reconquista, un año de prórroga para el pago de la primera cuota de los anticipos que les hizo el Gobierno”.

Como conclusión de sus comprobaciones y debidamente impuesto de las necesidades urgentes de la colonia, el señor Jefe de la Oficina de Tierras y Colonias propuso al señor Ministro del Interior varias resoluciones destinadas a: Proveer de trigo para semilla, harina para consumo y 168 casales de cerdos; disponer de un importe para gastos eventuales; fijar el personal administrativo y ordenar al Departamento de Ingenieros la designación  de un agrimensor para una nueva mensura y que practique estudios para un canal desde la colonia hasta el Puerto Reconquista.

El funcionario informante, conforme a sus conocimientos y al proyecto de resoluciones, en esa etapa de superación definitiva del malestar que afectaba la colonia, reveló un franco optimismo con un pronóstico gratificante para quienes lo acompañaban en su gestión. Entonces expresó: "Con disposiciones y continuando la administración moralizadora que hoy la Colonia "Avellaneda" dentro de un año, podrá considerarse un centro de producción y servirá de estímulo para aumentar la inmigración del País".

Pocos días después de cumplida la inspección a las colonias, sin que se detuviera el trámite, el Poder Ejecutivo dio un decreto, que en su artículo primero consideraba "que es indispensable atender a las necesidades más premiosas de las indicadas en los referidos informes para asegurar la existencia de aquellos centros de población". El Art. 2° se refería a la urgencia del arreglo de la contabilidad de las colonias (era el punto débil de las administraciones). Para la colonia "Avellaneda" el decreto autorizaba la Oficina Central de Tierras a proveer, como subsidio en calidad, de anticipo según la ley, lo siguiente: " Quinientas una arrobas de harina de trigo y Ochocientas veinte y cinco arrobas de trigo, por una sola vez"(...).

Encabeza la firma del acuerdo, el general Julio A. Roca quien, desde 12 de octubre de 1880, sucedió al Dr. Nicolás Avellaneda en la Presidencia de La Nación, pocos días después que el ilustre tucumano decretara la federalización de la ciudad de Buenos Aires.

Muy extenso es el informe al que nos referimos en sus aspectos fundamentales.

Incluye un pedido de crédito suplementario para el año 1881 destinado a cubrir necesidades de las colonias. A ese fin, solicita para personal de la colonia Avellaneda, ocho peones, desde el 1° de marzo al 31 de diciembre a $F 15.- por mes cada uno. Para eventuales, por todo el año, para cada colonia $F 240.- Para construcciones: Edificios para iglesias  y escuelas, en Avellaneda y Resistencia. Otros edificios en colonia Alvear y Formosa, un total de $F 13.500. Para asistencia médica y botica en las colonias Chaco, Avellaneda, Resistencia y Formosa, a $ 120.- por mes, cada una, $F 4.320.-

Después de anunciar la próxima población de la colonia "Santa Cruz", hace notar que en las colonias "Formosa, Resistencia y "Presidente Avellaneda, si bien tienen tierras disponibles para colonizar, no pueden ser adjudicadas por no estar terminadas las subdivisiones de los lotes.

El señor Victorica presentó además, en su informe, varios proyectos de reglamento para el funcionamiento de la Oficina Central y la administración de las colonias, la designación de autoridades y sus atribuciones, y un amplio código rural; trabajo meticuloso e interesante al que sólo podemos mencionar sin detenernos en reproducirlo, ni aun resumir por su extensión.

En cambio, para dar a conocer una relación amplia y elocuente de la difícil situación por la que vivieron mortificadas gran parte de nuestras familias en los aciagos días de mediados de 1880, y por considerarlo de particular interés para nuestra comunidad, con su mayoría de descendientes de aquellos pioneros, nada más ilustrativo que transcribir el informe que, suscrito  por el señor Nemesio Ramos, ayudante de la comisaría de la colonia, fuera elevado al Jefe de la oficina Central de Tierras y Colonias, el 1° de marzo de 1881. El texto, en lo relacionado con la actividad de la colonia, durante  los primeros meses de la administración del comisario D. Fernando Pearson, es el siguiente:

"Al remitir el trabajo de estadística que ha sido encomendado a esta Comisaría, acompaño un sucinto informe, que indudablemente adolecerá de omisiones  debido a que el Comisario titular se halla actualmente en uso de  licencia, que le fue concedida por esa Repartición. El tiempo de que se ha dispuesto para dichos trabajos ha sido cortísimo..."

"Hace diez meses que la actual administración se puso al frente de esta Colonia y verdaderamente la encontró en un estado deplorable.

"A este respecto conviene citar lo que el señor Comisario General de Inmigración nos dijo a nuestra salida de Buenos Aires. Poco más o menos se expresó en los siguientes  términos: La Colonia Avellaneda, es una de las que más trabajo me han dado, debido a una serie de administraciones provisorias, que siempre ha tenido desde su instalación.

"Los primeros días de nuestra llegada se ocuparon únicamente en los asuntos referentes a provisiones.

"Hacía entonces cerca de un mes, que la Colonia atendía a su subsistencia, ya carneando animales de los colonos por cuenta de proveeduría, ya costeándolos  con su propio peculio los interesados, a fuerza de inmensos sacrificios.

"Todo esto contribuía notablemente a decaer el ánimo de los colonos.

"Inmediatamente se comunicó a la Comisaría de Inmigración el verdadero estado de la Colonia, procediéndose a verificar las compras necesarias para racionar a los colonos, al precio que se podían obtener y a personas completamente ajenas a la Colonia; pues indudablemente, era un mal gravísimo continuar la marcha emprendida, porque mientras se hacía. a los colonos la devolución de los animales carneados, se los privaba de un elemento tan necesario  para el trabajo.

"Entre las causas que originaron ese fatal procedimiento, una de ellas fue el cambio de proveedor que en aquel tiempo hubo.

"Obviadas todas las dificultades de la manera expuesta, marchó desde entonces la Colonia con bastante regularidad.

"Arreglada esa parte esencial de la Administración, se procedió a inspeccionar los libros y demás trabajos que existían en la Comisaría.

"El resultado fue desconsolador.

"No se encontró más que un libro de cuentas corrientes con los colonos y otros llenos de apuntes incoherentes. Sin embarro, las notas de instrucciones expedidas por la Comisaría General de Inmigración, que se hallaban archivadas, estaban concebidas en términos bien precisos y claros.

"En su vista se ordenó al Comisario saliente se presentara para hacer reconocer las cuentas a los colonos hasta aquella fecha, con el fin de seguir los cargos la nueva administración.

"Pero transcurrieron varios días sin que se diera cumplimiento a tan justa petición.

"No obstante se supo que ocultamente se trataba de arreglar ese asunto con los colonos; y mandando que se hiciera notorio el reconocimiento. Se presentaron reclamando un gran número de colonos, que se pretendía cargar en sus cuentas, mayor cantidad de artículos de la que habían recibido.

"Esto dio por resultado iniciar el proceso de que ya tiene conocimiento esa Repartición.

"El procedimiento adoptado por la nueva administración para el racionamiento y demás suministros a los colonos fue el siguiente: El primero de cada mes, cada cabeza de familia, al solicitar los víveres que le correspondían se le expedía un vale para que lo hiciera efectivo en las especies que marcaba, del empleado encargado del depósito y reparto; y en el acto firmaba el interesado el recibo correspondiente.

"De igual manera se practicaba la entrega de todo otro anticipo y así jamás los colonos han producido reclamación de ningún género, como tuvo ocasión de de constatar el señor Gefe en la visita de inspección que practicó. (Gefe, aparece con esa ortografía en la publicación).

"Para establecer este régimen administrativo, cooperaron también los mismos colonos; y no se cumpliría un deber omitiendo los nombres de los que contribuyeron a ello, de una manera digna de todo elogio.

“D. Pedro Menapace, D. Juan Vaccar (Bacca), D. Jose Padvan (Paduan) y D. Santiago Mochiut (Muchut), colonos laboriosos y de reconocida idoneidad, son los que compartieron con esta Comisaría el difícil trabajo de reorganización de la Colonia.

“Ellos formaban parte de una comisión nombrada en virtud de sufragio emitido libremente por todos los colonos establecidos; idea que les fue sugerida por el actual Comisario D. Fernando A. Pearson en una reunión a que convocó a todos, haciéndoles presente que también debían participar del proceder que siguiera la Administración, pues que el Gobierno al trabajar por el adelanto de los colonos, lo hacía también por el país; y que por tanto,  que todo Comisario estaba en el deber ineludible de mostrarles el camino del progreso, no solo con los consejos, sino practicando fielmente las obligaciones de su empleo.

"Los deberes de dicha comisión que se consignaron en un acta especial, en velar por la prosperidad de la Colonia, adoptar todos los medios necesarios para llevar a cabo las obras públicas y atender a la apertura y conservación de caminos.

'El importante papel que desempeñó, sólo es apreciable conociendo los hechos que se sucedieron en aquella época y que me voy a permitir reseñar.

"El racionamiento a la Colonia terminó por fin de Junio de 1880.

"Las contrariedades por que había pasado hasta entonces y los sucesos que ocurrieron en los dos meses siguientes, colocaron a la Colonia en una situación verdaderamente anormal. Los medios de subsistencia eran escasos y la carne, principal elemento, no se hallaba donde comprarla.

"A tal estado, había que agregar que existían unas (60) familias de colonos que no habiendo recibido los animales de labor, no podían esperar ningún producto de la tierra y se encontraban en la mayor indigencia.

"El cuadro que se presentaba era doloroso, conmovedor.

"Los colonos, acompañados de sus mujeres e hijos, iban diariamente a las puertas de la Comisaría, demandando socorro porque tenían hambre.

"¿Qué hacer? ¿Qué determinar en tan crítica circunstancia? Pocos o ninguno eran los elementos que la Administración de la Colonia podía poner en juego para aliviar tanta desgracia.

"Existiendo depositadas en Comisaría, como (6000) seis mil libras de harina de trigo pertenecientes al proveedor, cuyo contrato había fenecido, se dispuso repartirlas entre los colonos más pobres, en la seguridad de que el Gobierno de la Nación no dejaría de reconocer oportunamente ese acto.

"Si bien se calmaron a1gun tanto los ánimos, esa disposición no era suficiente a llenar las necesidades de todos; y aunque la superioridad comunicó por telégrafo que el racionamiento se prorrogaba por otros seis meses, la situación, en el momento, no mejoraba, porque el estado del país, convulsionado en aquellas circunstancias, impedía el servicio regular.

"En tal ocasión, fue cuando la Comisión de Fomento dio una prueba irrecusable de que en todo tiempo una administración recta, inspira verdadera confianza y encuentra un decidido apoyo en todos.

"Los colonos que formaban dicha Comisión se presentaron en la Comisaría  exponiendo que, hallándose el país envuelto en una guerra civil, los colonos pobres no podían esperar del Gobierno un pronto e inmediato socorro y por consecuencia pedían permiso para demandar de puerta en puerta a los colonos que tenían medios suficientes para vivir, que ayudaran a los más necesitados hasta que la superioridad resolviera, para restituirles entonces lo que hubieran anticipado.

"Se accedió a su solicitud; y era una escena conmovedora, admirar la constancia con que aquellos (4) cuatro hombres, imploraban ayuda de casa en casa, regresando a la Comisaría con los carros llenos de víveres, y allí  se repartían ante una muchedumbre que esperaba ávidamente tener con que cubrir las necesidades más apremiantes de sus familias.

"Así pasó la Colonia, hasta que empezó el nuevo racionamiento o sean los meses de Julio y Agosto.

"En virtud de las gestiones practicadas por el Comisario señor Pearson el racionamiento se dispuso que fuera en pan y harina entregando por el valor de la carne, animales en pie y útiles de labor, de que muchos carecían.

"Tal noticia fue recibida con júbilo por todos; y cuando en Diciembre hizo entrega el proveedor de los (508) quinientos ocho animales que correspondieron por el cambio, los colonos demostraron su regocijo y alegría de mil modos, porque decían que así podrían trabajar, no pasarían más privaciones  y podrían cumplir con el Gobierno como eran sus deseos.

"Efectivamente, los animales de labor y renta proporcionan al colono un bienestar seguro. Con ellos atienden el trabajo de sus campos; obtienen parte de su sustento; las crías rinden un interés; y siempre tienen el capital en pie.

"He aquí expresada la cooperación que ha prestado la Comisión de Fomento y los primeros pasos que dio la administración actual de la colonia.

.Hasta aquí, la primera parte del informe del señor Ramos, en nombre de la Comisaría de la colonia "Presidente Avellaneda", referido a 1880.

Del relato minucioso del Señor Ramos, podemos inferir con certeza, que los cuatro colonos mencionados, constituyeron el primer cuerpo municipal de Abellaneda, desde el momento que es el único antecedente que se registra oficialmente. Además de ello, se hace más honorable su designación por haber surgido del consenso general de sus convecinos.

Este informe interesante, consta de varios temas relacionados con la colonia y que responden a los títulos de descripción general, climatología, productos naturales, agricultura y vías de comunicación, asuntos que apartamos de este capítulo para trasladarlos al apéndice.

En lo que respecta al estado sanitario de la colonia, en el lapso de un año (abril a marzo1880/81), de los datos asentados en el informe citado, resumimos lo siguiente: Se produjeron cuatro fallecimientos, causados por traumatismo craneal, fiebre hética (estado consuntivo, debilidad extrema), parto y un caso de aneurisma de aorta. En cuanto a las enfermedades, se atendieron a pacientes afectados por los siguientes casos: Disentería,10; fiebre 8; fiebre gástrica, 4; Bronquitis, 4; Sarampión, clorosis y fracturas 3 cada uno; y hubo un caso de cada una de las siguientes afecciones: escarlatina, erisipela, cáncer de estómago, peritonitis, neumonía, flemón y hepatitis.

"Casi nada ha tenido que anotarse...respecto a enfermedades y fallecimientos", nos dice el señor Ramos. Y agrega:"...el estado sanitario es satisfactorio y será mejor cada día, no sólo porque los colonos se van connaturalizando sino porque han desaparecido los motivos que produjeron muchas enfermedades”

Referente a la educación, lamenta que no haya sido implantada, ya que “tanto ayuda al adelanto, bienestar y moralización de un pueblo" y confía en que el Superior Gobierno pueda remediar en breve esta necesidad con el establecimiento de una escuela a la que puedan concurrir lo que considera una población escolar de trescientos niños.

Para dar una información sobre el estado demográfico de la colonia Avellaneda, a fines de 1880, extraemos del Boletín del Instituto Geográfico Argentino, los siguientes datos de población:

"La división de colonos por sexo es:

Varones Mujeres Total Varones Mujeres
602 475 1.077 (*) 55,9 % 44,1 %

 

Por su estado civil

 

Solteros Casados Viudos Total
Varones Mujeres Varones Mujeres Varones Mujeres  
392 283 200 177 10 15 1.077

 

. (*) Según nuestra comprobación, en esta cifra se incluyen los pobladores de

la colonia Reconquista (galeses y friulanos).

 

La precedente es una nota aclaratoria del Dr. Manuel I. Cracogna.

 

Por Nacionalidades:

  Italianos Austriacos Argentinos Otras nacionalidades
Varones 12 501 60 29
Mujeres 13 416 34 12

 

"La cultura intelectual de los colonos, se revela en cuanto a sus bases en las cifras relativas siguientes:

 

  Saben Leer y Escribir Leen y no escriben No saben  leer ni escribir
VARONES 27,4 % 4,3 % 68,3 %
MUJERES 16,2 % 4,2 % 79,6 %

 

En la misma obra, nos hace notar las dificultades para expresar en cifras exactas los cuadros estadísticos, o más aún, los guarismos relativos a la economía, "por falta de datos, datos insuficientes o datos mal empleados...” En una breve información, nos ilustra sobre las tierras transferidas a los colonos y aclara que las cifras son en hectáreas (debe recordarse que el sistema métrico decimal, adoptado en nuestro país en el año 1863, fue declarado obligatorio  para las administraciones ofcials desde el l/1/79).

 

  Terrenos concedidos Terrenos Comprados Sumas Hectáreas por cabeza
AVELLANEDA 6.660 1.296 7.956 7
RESISTENCIA 14.016 1.267 15.283 17
LIBERTAD 8.641   8.641 8
GRAL.ALVEAR 8.764 13.272 22.036 12
SAMPACHO 17.700   17.700 15
COL.CAROYA 5.092   5.092 3

 

Resulta evidente y al parecer irritante, la notable diferencia que existe en la distribución de tierras de una colonia a otra. Y si se tiene en cuenta sólo los terrenos entregados gratuitamente a los colonos, las diferencias son:

Avellaneda, 6 Hs., Resistencia, 16; Libertad, 8; Gral Alvear, 4,8; Sampacho 15 y Colonia Caroya 3.

 

Conviene recordar, frente a estas cantidades promedios "por cabeza” que en Avellaneda no fueron aceptadas por los inmigrantes, las cien hectáreas que les correspondían por ley a las primeras cien familias.

 

La acción colonizadora del gobierno nacional comenzó aún antes de que fuera promulgada la Ley 817. Por esa razón , las inversiones a cargo del Estado destinadas al establecimiento de colonias, casi todas en zonas inhóspitas , se registran como iniciadas a mediados de diciembre de 1875. En cinco años hasta la fecha en que la Comisaría General de Inmigración cerró y entregó su balance a la Oficina Central de Tierras y Colonias (15 de noviembre 1880), se habían invertido $F 1.010.217,66 según el siguiente detalle:

 

Colonia Chubut 23.679,57
Colonia Resistencia 169.563,40
Colonia Villa Libertad (Chajarí) 105.936,97
Colonia General Alvear 170.196,46
Colonia Sampacho 65.708,56
Colonia Caroya 78.318,88
Colonia Formosa 67.315,79
Colonia Presidente Avellaneda 140.422,57
Colonia Santa Cruz 11.582,45
Colonia Iriondo 12.899,32
Colonia Olavarría 14.882,20
Colonia San Javier 29.507,14
Colonia Rodríguez 1.600.-
Municipalidad y colonia Paraná 4.200.-
Contrato Calvari 44.188,31
Varios y Pasajes 70.217,04
   

 

 

La cuenta de "varios y pasajes", corresponde a gastos de inmigración e internación. El  rubro "Contrato Calvari", se refiere a una deuda que las colonias -entre ellas Avellaneda-, tenían contraída con el gobierno pues comprende el valor de pasajes anticipados desde Europa hasta nuestras playas.

Los importes señalados como inversiones, las colonias debían reembolsar ya que se trataba de adelantos para cubrir las exigencias de la colonización: herramientas, animales, provisiones, etc. La colonia Avellaneda debía reintegrar a cantidad de $F l16.422,77, según un cálculo aproximado ya que no se tenía al día la cuenta de saldos.

Con todos los informes que anteceden, abrigamos la confianza de haber sido suficientemente ilustrativos, según las fuentes consultadas, para formarse una idea fiel de la situación de la colonia en los comienzos del año 1881, época en que se fortalecían los ánimos de los colonos con sus familias, frente a un futuro que prometía un seguro bienestar.

Quedaba pendiente de su concreción, la distribución de tierras y la posesión definitiva de los pobladores rurales. Hemos dicho que la mensura era incompleta. Probablemente a raíz de la inspección que realizara el Sr. Victorica  ue comprobó esa deficiencia, por un decreto del 23 de marzo de ese año, la Oficina Central de Tierras y Colonias fue autorizada a retener y entregar a la Tesorería General “todos los sueldos que se adeudan al ex agrimensor de la Colonia Avellaneda D. Carlos Perolo". De esta manera se prescindió de sus servicios. Digamos de paso que este empleado del gobierno, no ocultaba su proyecto particular de instalar un molino en la colonia. Quizá esto absorbía sus preocupaciones.

 

Mientras la colonia orientaba su actividad sobre cauces normales, el coronel Obligado, desde su comandancia de la Frontera Norte, con sede en Reconquista, ejercía discreta vigilancia en los aledaños de las nuevas poblaciones mediante periódicas misiones de patrullaje. Para dar seguridad a los colonos y como manera de extender su campo de pacificación con los indígenas, dispuso la construcción de tres fuertes, para cubrir el frente y los flancos de la colonia, al norte de las concesiones ya pobladas, "cada uno de que tiene capacidad suficiente para alojar veinticinco hombres teniendo corral y pozo correspondiente".

 

Estos tres fortines se hallaban ubicados en los siguientes puntos: El Nº 1, en el ángulo SO de la concesión D del lote 91, a orillas del arroyo Timbó, en el lugar que actualmente ocupa la escuela de ese paraje. El N° 2, al NO de la concesión A del lote 120, en las inmediaciones de la actual vivienda de D. Juan Vicentín. Y el 3°, más distante, el NO de la colonia, actual jurisdicción de la comuna de Lanteri, que se llamó Fortín Arenales. D. Barzán solía llevar provista con su carro a ese destacamento, cobrando dos pesos por el flete, en un trayecto de más de 30 km. a través de cañadas. Entonces, ese precio era una buena remuneración.

 

Transcurría el año 1881 y había que poner orden en la demarcación definitiva de la colonia, cuya mensura, como ya sabemos, era harto deficiente. Realizadas las gestiones del caso, finalmente, por un decreto del 6 de octubre, fue designado el agrimensor D. Domingo Orlandini para efectuar aquella operación, quien observó que las medidas existentes no eran legales. Imaginamos su extrañeza al comprobar la reducción aplicada a los lotes, o mejor, a las concesiones de 36 has. con lo que se habían conformado los colonos en lugar de las l00 que les correspondía por ley.

 

A pesar de esta diferencia, privó la disposición adoptada por el coronel Obligado al satisfacer los deseos de los pobladores de las primeras tandas y la colonia quedó mensurada como la había iniciado Perolo.

 

Mientras la colonia iba avanzando en forma paulatina hacia su futuro con visible estabilidad de sus habitantes, otras familias de inmigrantes, llegados a fines de 1879 y en los años siguientes, se incorporaron a la nueva comunidad, que también recibía el aporte humano de elementos criollos, en especial de la provincia de Corrientes, que por su cultura peculiar forjada a través de siglos, formaron un grupo étnico de diversos caracteres.

Este crecimiento poblacional, si bien con lentitud, puede confirmarse con las cifras del censo que realizara la Oficina de Tierras y colonias un año después de darse a conocer el cuadro anterior, de 1880, que hemos expuesto. Sirva, pues, de prueba, el exponente respectivo que sigue:

 

 

           
CLASIFICACION POR NACIONALIDADES Y SEXO    
           
    VARONES MUJERES    
AUSTRIACOS  

511

425    
ITALIANOS  

15

13    
ARGENTINOS  

80

36    
INGLESES  

38

12    
   

644

486 1130  
           
           
POR ESTADO CIVIL  

VARONES

MUJERES

   
CASADOS   222 186    
SOLTEROS   412 285    
VIUDOS   10 15    
    644 486    
           
POR GRADO DE INSTRUCCIÓN VARONES MUJERES  
SABEN LEER Y ESCRIBIR 110 76  
SABER LEER Y NO ESCRIBIR 24 24  
NO SABEN LEER Y ESCRIBIR 510 386  
      644 486  
           
           
EXTENSIONES Y VALORES DE LOS TERRENOS HECTAREAS VALOR EN $F  
           
TERRENOS DONADOS A LOS COLONOS 6.660 13.320  
TERRENOS COMPRADOS POR LOS COLONOS 1.296 2.592  
      7.956 15.912  
           
           
EXTENSION Y VALOR DE LOS CULTIVOS HECTAREAS    
MAIZ     1.258    
LEGUMBRES     284    
MANDIOCA     44    
TRIGO     29    
CEBADA     4    
ALFALFA     4    
CAÑA DE AZUCAR     2    
TOTAL HECTAREAS CULTIVADAS 1.625 VALOR EN $F 21.683
           
VALOR DELOS BIENES MUEBLES Y SEMOVIENTES VALOR EN $F 67.322
           
VALORES DE LAS POBLACIONES Y CONSTRUCCIONES    
RANCHOS DE QUINCHOS 215    
RANCHOS DE ADOBE   14    
      229 VALOR EN $F 25.648
           

 

 

Si comparamos los dos censos en el renglón de los terrenos donados y comprados, se nota que la cantidad de hectáreas es invariable. Esta es la consecuencia de la paralización de las tareas de mensura en la colonia.

Vemos también, que por los cultivos, había provisiones en los campos.

La colonia "Presidente Avellaneda" se afianzaba en su desarrollo.

 

 

Bibliografía utilizada por el Dr. Manuel Ireneo Cracogna en los títulos Penoso Avance de la Colonia, que divido yo acá en tres partes a efectos de facilitar su lectura:

MINISTERIO DEL INTERIOR, COMISARIA GENERAL DE INMIGACION, INFORME DE LAS CLONIAS NACIONALES. 1879 - PS VIII Y XXIX - MEMORIA 1878/79 - ESTADO Y PERSPECTIVAS DE LAS COLONIAS - 1880 - PAG. 669 Y SIG. - PAG 607 Y SIG. - INFORME DE LA COLONIAS NACIONALES 1880/81 - PS 101/105 - Y PAG. 95/96

ARCHIVO GENERAL DE LA NACION. INMIGRACION EXP. 2856 -I- 1880 - LEGAJO 6 EXP. 3.062 - LEG. 9 EXP 3.738 23/6/80 - EXP 3.752 -

JORGE CRACOGNA - DATOS HISTORICOS DE LA COLONIA AVELLANEDA - PAG. 17, 18, 19

NICOLAS AVELLANEDA - ESCRITOS Y DISCURSOS DE N.AVELLANEDA - BS.AS. - 1910

BOLETIN DEL INSTITUTO GEOGRÁFICO ARGENTINO - T III (1882) P.50 - P 121

INFORME DE LA OFICINA CENTRAL DE TIERRAS Y COLONIAS - 1881 -