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1869
Argentina progresista
La Argentina entra en una etapa progresista, de la mano de su presidente, Don Domingo Faustino Sarmiento. Opacada la figura de Mitre, aunque no olvidado por el pueblo, que le dona una casa en la Calle San Martín.
La ciudad crece: posee 19.303 casas, de las cuales 16.688 son de azotea, 232 de tejas, 1.514 de madera y 875 de paja y barro. De este total, 17.560 son de planta baja solamente, 1.987 de piso alto y 183 de dos pisos.
El doctor Dalmacio Velez Sarfield redacta el Código Civil. José C. Paz, funda el diario “La Prensa”.
Se firma un tratado de extradición de criminales entre nuestro país y el Brasil. Se inaugura el telégrafo entre Buenos Aires y Rosario.
Este año se realiza el primer censo nacional, el que arroja una población de 1.877.490 habitantes, de los cuales 187.346 son de la capital. Se calcula en poco más del 20 % la población alfabetizada de todo el territorio.
Ingresan miles de inmigrantes merced a la ley en la que se acuerdan facilidades como alojamiento, libre introducción de prendas de uso y elementos de labranza, etc. La distribución de los habitantes en el territorio nacional muestra una organización social de tipo equilibrado. Si bien sólo una parte del territorio está controlada por el hombre blanco, y existe todavía una amplia zona dominada por los aborígenes, sobre un total de casi dos millones de habitantes las dos terceras partes constituyen la población rural. Esta distribución armónica es el resultado de la existencia de cinco mercados regionales separados. Este es el detalle: Zona Norte, con 170.000 habitantes; Oeste, con 187.000; Litoral, con 192.000, Centro, con 275.000 y Buenos Aires (ciudad y campo), con 236.000. A la cabeza de cada región se levanta una población importante, en la que se cumplen labores manuales de tipo artesanal. Buenos Aires es la cabeza gigante de todas estas zonas, gracias a su puerto. Para este fin su cuerpo físico está abierto hacia todos los rumbos del país.
De acuerdo a las nacionalidades, la mayor parte de los 211.993 extranjeros eran italianos, siendo su número de 71.442. Le seguían los españoles con 34.080, franceses, con 32.383, ingleses con 10.709, suizos con 5.860, alemanes con 4.997, portugueses con 1.966, austríacos con 834 y un resto insignificante de otras nacionalidades. Entre los americanos la mayor parte correspondía a nacidos en la República Oriental del Uruguay con 15.206. Le seguían los chilenos con 10.911, los bolivianos con 6.200, los brasileros con 6.065, paraguayos con 3.700 y estadounidenses con 1.095.
En el censo se consignan, 6.276 habitantes afectados al ejército en Paraguay, y 41.000 argentinos viviendo en el extranjero. Para la provincia de Santa Fe, el censo detalla en 89.117 la cantidad de habitantes de los cuales casi un 16 por ciento eran de origen extranjero.
En cuanto a las profesiones, había 439 abogados, 222 de ellos residiendo en la ciudad de Buenos Aires; 194 ingenieros; 70 arquitectos; 240 agrimensores; 8.653 agricultores; 458 médicos; 1.781 propietarios de minas; 2.377 profesores y maestros.
La distribución de la población por sexos, arrojaba según el censo, los siguientes guarismos: 785.567 mujeres y 745.793 varones. De la población extranjera se dice que 60.005 eran mujeres, mientras que 151.987 sumaban los varones.
Por supuesto que los aborígenes están prácticamente ignorados en el censo, pero es lícito suponer que su número era importante, aunque casi imposible de cuantificar.
Las acciones en la Guerra con el Paraguay siguen sumando víctimas. La soberbia, el afán desmedido, y la supremacía de bajos instintos y pasiones, enraizados en los corazones de los dirigentes políticos y militares, seguían poniendo esa cuota de destrucción a la obra creadora de Dios, y fundamentalmente en la destrucción masiva de sus propios congéneres, puestos por el Creador en la cúspide de la escala de su obra, pero desgraciadamente volcados al mal. En Paraguay, Asunción ha caído, y esta era la cuarta capital del Mariscal López.
Enrique O’Gorman, al frente de la jefatura de policía de Buenos Aires, intenta reorganizar el cuerpo policial, imponiendo el uso del silbato, que se transforma en un útil instrumento servicial. “Los toques son fijados en cinco. Son los siguientes: Reunión: los vigilantes deben marchar hacia el lugar de donde parte; Auxilio: los vigilantes deben auxiliar al que lo ha dado; Marcha: los agentes deben rondar la manzana a su custodia; Llamada: indica la llamada del oficial, sargento o cabo; Incendio: el que deben dar y repetir los agentes mientras se dirigen hacia el lugar del siniestro”.
Se inauguran las líneas de tranvías, de la Recoleta a la Plaza de la Victoria y a Constitución, siendo éste el primero que circula en la zona urbana de la capital, mediante la gestión de Don Mariano Billinghurst.
Se funda la Compañía Gas Argentino, la que se establece con usina en Los Corrales.
Buenos Aires dispone de, además de las estaciones ferroviarias, las siguientes vías: camino real a San Isidro (actual avenida Santa Fe); camino a Santa Fe (actual avenida Libertador San Martín); camino a Santos Lugares (actual avenida San Martín); camino al Oeste (actual avenida Rivadavia); camino de Gauna (actual avenida Gaona); y el camino a Cañuelas, que es la actual avenida Juan B. Alberdi. Por otra parte, el puente Alsina - prolongación de la avenida Sáenz - vincula la campaña - y el arribo del ganado - al matadero de la capital. Se evidencia un crecimiento de la ciudad con marcada dirección hacia el Oeste. Lo hace en función de tres actividades: la mercantil, la portuaria y la saladeril.
La actividad industrial, instala sus primeras fábricas en las cercanías de Retiro. Esto provoca el crecimiento ferroviario y telegráfico. Se habilitan los puertos de San Pedro y Zárate.
Se promulga, además, el Código Comercial y Militar, la Ley de Contabilidad y otras. Desde el sillón de la presidencia Sarmiento tonifica. e incentiva al país. Se mueve como un titán, habla, aconseja, enseña, hace. Pide a la ciudadanía que se mantenga unida y que gobierne con él.
En el mundo.
Los acontecimientos bélicos dejan lugar a los del progreso. Se inaugura el Canal de Suez, y en los Estados Unidos el primer ferrocarril transcontinental. El Japón, bajo el Mikado, se reorganiza en busca del futuro: Tokio es elegida capital. En París, el monstruo literario es Zola. También Verlaine, quien publica este año “Las fiestas galantes”.
Por la Región
"El estado dio justo valor a la promoción de la inmigración extranjera al disponer por decreto del Poder Ejecutivo del l0 de agosto de 1869 la creación de la Comisión Central de Inmigración, que quedó instalada el 23 de setiembre con la presidencia de D. Leonardo Pereyra, designándose secretario a D. Guillermo Wilken, que poco después ocupó el cargo de Inspector de colonias."
Esto es lo que nos dice el Dr. Manuel I. Cracogna, en su publicación sobre la historia de Avellaneda, para continuar de este modo:
"Conforme a las atribuciones conferidas a esa Comisión Central, las nombradas comisiones de inmigración en todas las capitales de provincias y la designación de agentes en las principales ciudades europeas con la finalidad de hacer conocer los ofrecimientos de nuestro país y el reclutamiento de familias de inmigrantes.
En base a las franquicias que se otorgaban, D. Sabino Tripoty consiguió del gobierno nacional la concesión de un amplio terreno al norte del arroyo El Rey mediante la Ley 326, sancionada por el Congreso el 17 de Setiembre de 1869.
Según informa el Ministerio del Interior, esta ley fue promulgada el 23 de setiembre de 1869, con las firmas del Presidente Sarmiento y de su ministro Dalmacio Vélez Sarsfield."
Y destaco palabras del historiador de Reconquista, profesor Manuel Roselli, que nos cuenta que ocurría del otro lado del Arroyo El Rey.
"... El choque desatador del odio y la violencia debía producirse en esa zona en 1869, protagonizado por los indios "sauceros" y los habitantes de la Colonia San Carlos, en que se pobló el ambiente de incertidumbre e intranquilidad con un cruento como insólito suceso."
"El luctuoso suceso ocurrió el 15 de octubre de 1869 y al día siguiente la reacción de la gente "sancarlina" no se hizo esperar. Una expedición punitiva se organizó contra El Sauce y quiso la Providencia que la desgracia fuera menor ya que los indios estaban de cacería, lejos del poblado, Tan sólo se encontraban en él mujeres y el coronel indígena jefe del cantón, don Nicolás Denis quien enarbolando la lanza salió de la capilla para afrontar la terrible situación."
"Sobre él se descargó la furia de los colonos y cayó acribillado por innúmeros balazos de los Wétterlis como si toda la fuerza del castigo, concentrada en incontable plomo lo golpeara. También una mujer de apellido Araujo pagó con su vida la tormenta que no había desatado. Décadas atrás, cuando visitamos "San Jerónimo del Sauce" acompañados por el sacerdote R. P. Karlen, de San Jerónimo Norte, para adentrarnos en su pasado mediante el testimonio de sobrevivientes, conocimos una puerta que fue de la capilla y que muestra numerosos impactos de esa tarde luctuosa."
"Y al retornar los abipones y hallar muerto a su querido jefe, con el cuerpo destrozado -una piltrafa- decidieron el asalto sobre San Carlos, temeraria acción que a duras penas pudieron impedir con su fuerza moral hombres de prestigio y la noticia de tropas armadas que, con el gobernador de la provincia, habían partido desde Santa Fe para sofocar cualquier intento.
Pero quedó desbordante el odio, que solo el tiempo suavizarla y haría desaparecer ante la probada inocencia de los "Sauceros".
HOMERO ALCIBIADES RACETO
Las fuentes principales son textos del sitio www.historiadelpais.com.ar ,
de la publicación "La colonia Avellaneda y su tiempo" del Dr. Manuel Ireneo Cracogna,
y de los apuntes de historia de Reconquista del profesor Manuel H. Roselli..
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