COPLAS MUNDANAS

 

ANTONIO MACHADO

 

COPLAS MUNDANAS



 

 

Poeta ayer, hoy triste y pobre

filósofo trasnochado,

tengo en monedas de cobre

el oro de ayer cambiado.

 

Sin placer y sin fortuna,

pasó como una quimera

mi juventud, la primera...

la sola, no hay más que una:

la de dentro es la de fuera.

 

Pasó como un torbellino,

bohemia y aborrascada,

hasta de coplas y vino,

mi juventud bien amada.

 

Y hoy miro a las galerías

del recuerdo, para hacer

aleluyas de elegías

desconsoladas de ayer.

 

¡Adiós, lágrimas cantoras,

lágrimas que alegremente

brotabais, como en la fuente

las limpias aguas sonoras!

 

¡Buenas lágrimas vertidas

por un amor juvenil,

cual frescas lluvias caídas

sobre los campos de abril!

 

No canta ya el ruiseñor

de cierta noche serena;

sanamos del mal de amor

que sabe llorar sin pena.

 

Poeta ayer, hoy triste y pobre

filósofo trasnochado,

tengo en monedas de cobre

el oro de ayer cambiado.

 

 

 

 

 

 

Sin pla

 

Y hoy