CORRIENTES
Corrientes
Tierra fecunda, de riberas naturales, que canta y baila desbordada de rió y luna y la imagen creadora en el alma de su gente.
En esta tierra bendita de auroras transparentes y atardeceres recónditos, donde basta el murmullo de sus ríos y lagunas y el rumor de sus montes, el aletear de sus pájaros, para objetivar sensaciones, en el espíritu nativo.
Aquí todo es música y verso, en la expresión determinante de hombres, mujeres y paisaje.
Aquí la humilde lavandera y el paciente pescador hacen suya la acostumbrada y permanente melodía del río. El sapukai de los hacheros da vida al monte, que se estremece en homenaje de hombres, hacha y árbol.. Silba y canta el tropero en su tarea de marcha y melodías, mientras llega de las chacra la anunciación a la siembra como un canto de gestación de vida, en la vida del labriego.
Todo es creación y armonía. Todo es música y es verso.
Y en los fogones permanentes, se anima la noche amable, donde se afilan los cantares, que de andar de boca en boca, se hacen calandrias alegres en ramajes sonoros de las guitarras y en las notas vibrantes de los acordeones.
¡Así es Corrientes! ¡Y así es su gente! Chamigo.
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