ALDEAS RURALES ESCOLARES

 

 

Este artículo fue publicado por el diario "EL LITORAL" el 20/05/2000

Una experiencia en el norte

En el norte santafesino se erige una de las experiencias piloto más avanzadas del proyecto de Aldeas Rurales Escolares.

La escuela se llama Santiago Peteán, tiene el número 6195 y está ubicada en la localidad de Víctor Manuel II, treinta kilómetros al oeste de Reconquista. Es la primera experiencia de aldeas rurales escolares que se realiza en la provincia.
Su directora, que trabaja junto a una maestra del nivel inicial itinerante como personal único del establecimiento, atiende a los treinta chicos que asisten a los tres ciclos de la Educación General Básica (EGB).
Desde que el doctor Eduardo Candioti, creador del proyecto de las Aldeas Rurales Escolares, y su esposa fueron designados padrinos del establecimiento por la Asociación Padrinos de Escuelas Rurales (Aper), comenzaron las tareas que la convertirían en una experiencia piloto del proyecto.
Por ejemplo: se construyeron seis casitas cercanas a la escuela y aunque esto no es lo ideal porque las familias deben contar con un terreno, dio techo y aproximó a la escuela a varios alumnos. Además, docentes y padres trabajan juntos en una huerta familiar, un jardín y otros microemprendimientos. ``Muchos jefes de familia están desocupados y nosotros pretendemos lograr el autoconsumo, que puedan vivir de lo que producen'', comentó a La Región la directora de la escuela, Cecilia Faín.
``El próximo paso _agregó_ sería lograr un poquito más de tierra. Quisiéramos contar con otros terrenos aledaños y más espacio para las huertas. Por ahora se trabaja en el predio de la escuela, pero si este proyecto prospera, como vemos que lo está haciendo, hay que tener en cuenta que esa hectárea o media hectárea por familia es una necesidad insoslayable''.

Sólo siete hectáreas
 

La docente opina que con sólo siete hectáreas que el gobierno logre expropiar para destinarlas a las diez familias que componen la comunidad educativa, se podrían hacer grandes cosas y sin mucho gasto. ``Yo trabajé toda mi vida en el campo y sé, por experiencia propia, que a veces lo que para una sola persona es complicado, entre todos se hace más fácil''.
Después de producir la verdura en la propia escuela, grandes y chicos aprenden a procesarlas y conservarlas. Cecilia Faín nos cuenta que gracias al Proyecto 7 instrumentado por el gobierno provincial, ``pudimos comprar implementos para esta tarea: olla, exprimidoras, procesadoras, tablones, etc.''.
La escuela Nº 6195 no tiene portero ni jardinero. Para esas tareas los alumnos se organizan y capacitan: ``Ellos limpian el jardín, podan la ligustrina, realizan tareas de portería... aprenden a cuidar la escuela. Existe una autodisciplina muy grande basada en que los alumnos son conscientes de que todo lo que aprendan en la escuela les puede servir más adelante, hasta como un oficio''.
Respecto de la posibilidad _cada vez más cercana_ de que la comunidad educativa se convierta en la primera aldea rural de la provincia, la directora siente que será ``un gran desafío''. Cree que ``habrá que charlar mucho con los padres para ponernos de acuerdo en varios puntos, pero sin mayores inconvenientes, porque todos tenemos ganas de apostar a mejorar la educación y la calidad de vida de la gente del campo''