Contra las reformas del Vaticano II

 

 

 

Contra las reformas del Vaticano II 
Ofensiva del sector ultraconservador en el entorno del Papa


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Prepara un controvertido documento

 

 

·  El borrador advierte sobre una serie de abusos litúrgicos

·  Cuestiona que las mujeres ayuden en misa, el uso de la guitarra y la excesiva participación de los laicos

 

ROMA.- "No es justo prohibir a las niñas que ayuden en misa. Los varones y las mujeres somos iguales ante Dios. Espero que el Papa nos defienda y que no firme esa ley tan fea." Nicole, monaguilla romana de 12 años, que todos los domingos sirve en el altar de la parroquia de Santa María de la Esperanza, no puede creer que quizá ya no podrá hacer eso que tanto le gusta y que la hace "sentir cerca de Jesús".

Según el borrador de un nuevo documento que prepara el Vaticano para desterrar los "abusos litúrgicos" -que anticipó la revista Jesus, y creó gran revuelo y resistencia en la propia Iglesia-, en las misas no sólo habría que evitar lasmonaguillas -niñas que han pasado a reemplazar en los últimos tiempos a los varones en el altar-, sino también los más que comunes aplausos y danzas, así como la participación excesiva de laicos.

En lo que se considera un "paso atrás" tras las reformas del Concilio Vaticano II, la necesidad de un nuevo documento que advierta sobre los abusos litúrgicos había sido adelantada por Juan Pablo II el último Jueves Santo, al presentar la encíclica "Ecclesia de Eucharistia".

"Hay que lamentar que, sobre todo a partir de los años de la reforma litúrgica posconciliar, no han faltado abusos", escribió entonces el Papa, al anunciar que "para reforzar el sentido profundo de las normas litúrgicas pedí a los dicasterios competentes de la Curia romana que preparen un documento más específico sobre este tema".

Los 37 abusos

Tal como anticipó la revista Jesus -una publicación católica de la orden de los paulinos, que edita unos 70.000 ejemplares por mes-, un primer borrador de esta "instrucción", que debería tener su versión definitiva a fines de este año o a principios del próximo, pone en el banquillo 37 "abusos litúrgicos".

Elaborado por miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe y del Culto Divino, el texto cayó como un baldazo de agua fría por su visión altamente represiva y severa con respecto al Vaticano II.

El texto fue compilado por un equipo formado por tres miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe (el ex Santo Oficio, presidido por el cardenal alemán Joseph Ratzinger), guiados por el dominicano norteamericano Joseph Augustine Di Noia, y por tres expertos de la Congregación del Culto Divino (cuyo presidente es el cardenal africano Francis Arinze), liderados por el sacerdote marista británico, Anthony Ward. Son exponentes de una visión considerada en la propia Iglesia como ultraconservadora y restrictiva. Según el diario Il Messaggero, el borrador fue rechazado por la mayoría de obispos y cardenales de los dos dicasterios que deben aprobarlo.

En el capítulo sobre la celebración de la misa, entre otras cosas se excluye la posibilidad de "aplausos y danzas en el interior del edificio sagrado, también por fuera de la celebración eucarística", lo cual podría extenderse según algunos observadores al uso de guitarras. Es muy común que la gente aplauda en bautismos y casamientos, y quien escribe recuerda bien que el año último, en su viaje a México, durante la misa de canonización del famoso indio Juan Diego hubo sobrecogedoras danzas indígenas, que el Papa disfrutó. Hubo danzas también en la Basílica de San Pedro durante la inauguración de los sínodos de obispos de Africa, Asia y Oceanía, y durante el Jubileo, algo que evidentemente no gustó en ciertos sectores de la Curia.

"El borrador habla a las claras de una profunda división en el Vaticano, y fuertes grupos de presión, ultraconservadores, que quieren volver atrás, eliminar toda espontaneidad y creatividad, reducir el rol de los laicos y el poder de las Conferencias Episcopales", dijo a LA NACION una fuente vaticana bien informada. No obstante, subrayó que lo que salió a la luz "es una primera versión, que podría cambiar".

La "instrucción" no prohibe directamente a las "monaguillas" en misa, pero afirma que es algo "que debe evitarse".

 

Por Elisabetta Piqué 
Corresponsal en Italia

 

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