Alcohólicos anónimos

 

 

 

Hay diversas y muy distintas interpretaciones del alcoholismo. La explicación que les parece más sensata a la mayoría de los miembros de A.A. es porque el alcoholismo es una enfermedad, una enfermedad progresiva que no puede curarse pero que al igual que muchas otras enfermedades, puede contenerse. Yendo aún más allá, muchos de los A.A. opinan que esa enfermedad es la combinación de una afinidad física por el alcohol y de la obsesión por la bebida, sin tener en cuenta sus consecuencias y que es imposible contenerla con la fuerza de voluntad.

 

Antes de haber sentido la influencia de Alcohólicos Anónimos, muchos alcohólicos que no pueden dejar de beber se consideran moralmente débiles en algunos casos, se sienten victimas de algún desequilibrio mental. A.A. cree que los alcohólicos son más bien enfermos que pueden mejorarse de su dolencia, siguiendo un programa sencillo y que ha resultado eficaz, para otros miles de hombres y mujeres.

 

Una vez que el alcoholismo se ha apoderado de un individuo, no se puede decir que la victima esta cometiendo una falta moral. En este estado el alcohólico no puede valerse de su fuerza de voluntad porque ya ha perdido la facultad de resolver si usa el alcohol o se abstiene de él. Lo importante, entonces, es hacerle frente a la enfermedad y valerse de la ayuda que se le brinda para combatirla. Debe además existir el deseo de "restablecerse".

 

La experiencia ha demostrado que el programa de A.A. resulta eficaz para cualquier alcohólico que tenga deseo de dejar la bebida; generalmente no produce resultados para el hombre y mujer que no este absolutamente seguros de querer dejar el alcohol.

 

¿Cuanto cuesta ser miembro de Alcohólicos Anónimos?

Para ser miembro de los A.A. no es necesario hacer gastos de ninguna clase. El programa de recuperación de los alcohólicos está a la disposición de cualquiera que desee honradamente dejar de beber, bien sea que carezca en absoluto de dinero o que posea millones.

En todos los grupos locales "se pasa el sombrero" en las reuniones para sufragar los gastos de arriendo y pagar los artículos que se consuman durante las reuniones, tales como café, emparedados, pasteles o cualquier otra cosa que se sirva. En la gran mayoría de los grupos, parte del dinero que se obtiene por contribuciones voluntarias, pasa a la Oficina de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos y se destina a ayudar al sostenimiento de los servicios nacionales e internacionales de la sociedad. Este dinero se emplea exclusivamente para los servicios destinados a la ayuda de los grupos nuevos o ya establecidos y para difundir el programa de recuperación entre "los millones de alcohólicos que aún no lo conocen".

 

Lo importante es que la calidad de miembros de Alcohólicos Anónimos no depende en ninguna manera de que se contribuya a su sostenimiento. Muchos de los grupos, en realidad, han puesto un límite definitivo a la cantidad con que puede contribuir cualquiera de sus miembros. La sociedad de Alcohólicos Anónimos se sostiene sola y no acepta contribuciones de fuentes extrañas.

 

¿Como hace una persona para unirse a Alcohólicos Anónimos?

Nadie "se une" a A.A. en el sentido usual de la expresión. No es necesario llenar una solicitud. (En realidad, muchos de los grupos ni siquiera tienen lista de los miembros). No hay que pagar cuota de matrícula ni contribuciones de ninguna clase. La mayoría de las personas se asocian a A.A., con sólo asistir a las reuniones de un grupo local. Su introducción puede ocurrir de varias maneras. Habiendo llegado al estado en que desean dejar la bebida, pueden dirigirse voluntariamente a alguno de los grupos locales. Muchos de los grupos figuran en las listas de teléfonos: Las direcciones de otros pueden obtenerse escribiendo a Alcoholics Anonymous, Post Office Box 459, Nueva York

 

Otros pueden haber sido guiados a un grupo local de A.A. por un amigo, un pariente, un médico o un consejero espiritual. Generalmente, un recién llegado a A.A. tiene oportunidad de hablar con uno o más de los miembros locales antes de asistir a su primera reunión. Tiene oportunidad de informarse cómo A.A. les ha ayudado a esas personas. Obtiene información sobre el alcoholismo y A.A. que puede ayudarle a determinar si está o no honradamente preparado para dejar el alcohol. El único requisito para ser miembro es tener el deseo de dejar la bebida.

 

A.A. no hace cruzadas para conseguir nuevos miembros. En caso que después de asistir a varias reuniones, el recién llegado resuelve que no le conviene seguir, nadie lo instará a que continué en la sociedad. Puede que se le diga que considere imparcialmente lo que debe hacer, pero nadie tratará de convencerlo de nada. Sólo el alcohólico mismo y por sí mismo, puede resolver si necesita o no unirse a A.A.