MOVILIZACIÓN DE LAS TRES LÍNEAS DE FRONTERA
LA HISTORIA DE RECONQUISTA
MOVILIZACION DE LAS TRES LINEAS DE FRONTERAS:
En 1870 se produce el alzamiento de López Jordán en Entre Ríos y 14.000 hombres se movilizan bajo el lema de "Defenderemos la soberanía la Provincia", ante la intervención militar con evidente violación, por parte del presidente Sarmiento, de las prescripciones constitucionales.
Como consecuencia de estos sucesos, la provincia de Santa Fe fue invadida por fuerzas jordanistas. El General D. Emilio Conesa fue nombrado jefe de las tropas que debían combatir la rebelión. Obligado, en diciembre de 1870, recibió orden de incorporarse a esas fuerzas con las tropas de su mando.
Y en esta emergencia quedó evidenciada la capacidad organizadora de este jefe y la transformación que había operado en las tres líneas. En tres días concentró en Fuerte Belgrano (Comandancia) los efectivos de que disponía y que estaban diseminados en los 545 kilómetros de las tres fronteras.
"Como jefe de vanguardia en la expedición del General Conesa obligó al ejército rebelde de López Jordán a atravesar el río Paraná".
Finalizada la campaña, se produce el informe del General Emilio Conesa.
EL INFORME DEL GENERAL EMILIO CONESA:
Fechado en Santa Fe, a 6 de enero de 1871 este jefe se dirige al inspector y comandante de Armas General D. Emilio Mitre dando cuenta de lo actuado.
En este informe -que no transcribimos por su extensión- elogia al Coronel Obligado. Y al referirse a la movilización efectuada dice así:
"Ordené también al jefe de las Fronteras Norte de la República, Coronel don Manuel Obligado, reconcentrara sus fuerzas y que, dejando las muy necesarias para la defensa y cuidado de la línea, buscara mi incorporación a la altura de San Pedro, por donde resolví encaminarme, no solo por encontrarse a esa altura partidas enemigas, sino también para proteger y facilitar la reunión de este jefe".
Dice que "practicó el movimiento con una rapidez y acierto que mucho le honra. Diseminadas sus fuerzas en una extensa línea de fortines en solo, tres días consiguió su reconcentración e hizo 25 leguas de camino hasta el lugar de la incorporación, presentándose con una brillante división de 400 hombres de caballería y l00 infantes".
Terminada su campaña como "soldado de la ley" -tal lo califica uno de sus biógrafos- regresa Obligado a la frontera de su mando.
REGRESA OBLIGADO A LA FRONTERA DE SU MANDO:
Pero a su paso por San Javier debe castigar a los mocobíes de ese pueblo que en número mayor de quinientos hombres de lanza se incorporaron a los rebeldes colaborando con ellos. Hizo responsable de esta situación al cacique Juan Gregorio Chavarría y a varios otros caciquillos y capitanejos, a quienes remitió a disposición del gobierno.
Mientras el grueso de las tropas estuvieron ausentes no se produjeron malones en la frontera. El comandante Racedo, cumpliendo órdenes de Obligado, durante todo el tiempo, mantuvo pequeñas columnas batiendo el interior para que los indios tuvieran que ocuparse tan solo de proteger a sus familias, a las que iban alejando en las soledades del Chaco Austral.
Pero ya a Obligado le esperaba una nueva e importante tarea: formar el Regimiento l0º de Caballería de Línea.
EL REGIMIENTO 10° DE CABALLERIA DE LINEA:
Por Decreto del 9 de diciembre de 1870 recibió orden este Jefe de crear o formar "un regimiento con los distintos piquetes que existían en la Frontera Norte de la República"
Dijimos que en Buenos Aires, al saberse de su 'designación como Comandante en Jefe de las Fronteras del Norte del Interior, se ofrecieron a acompañarle en su nuevo destino, oficiales y soldados que habían peleado a sus órdenes en el Paraguay. Seguía atrayéndolos ese jefe valeroso y de "voz electrizante".
Eran ellos: 22 oficiales de distintos cuerpos; los integrantes de la Banda de Música del Batallón 40 y además 62 soldados de éste y del Batallón 3º. Con este puñado de voluntarios sufridos y fogueados, como base, pudo formar en plena campaña el regimiento que le fuera ordenado.
Este cuerpo llegó a reunir un efectivo de 400 plazas, tomó el nombre de Regimiento 10°, de Caballería; fue destacado en distintos puntos de la frontera y se hizo célebre por sus hazañas y su arrojo. De manera que Obligado, en ese Regimiento, "fue fundador de la primera escuela en las filas del ejército".' El 24 de mayo de 1875 -a solicitud- fue relevado en el comando de este cuerpo, por el teniente coronel Miguel Racedo.
Pero si bien es cierto que la formación del Regimiento 10°, le insumía en los comienzos buena parte de su tiempo, no podía tampoco descuidar el problema que continuaba siendo latente y primordial en la frontera: el indio en su intento depredador.
EL INDIO EN SU INTENTO DEPREDADOR:
Había el salvaje llevado a buen recaudo la familia al remoto Chaco Austral, pero no resistía su intento de penetrar en los poblados, principalmente para proveerse de ganado y de cabalgaduras que les eran imprescindibles.
En la zona existían jóvenes colonias. Citemos: La California, La Francesa, La Inglesa o de los Galeses, Alejandra, entre otras. Ya con la frontera militar organizada y a la altura en que se encontraba no podía realizar arreos pero sí ejecutar raterías. El aborigen, a toda costa, intentaba abrir la brecha. Para evitar esta situación que hacía perder mucho tiempo al ejército y gastar energías inútilmente, Obligado veía como plan impostergable avanzar la frontera más al norte ocupando las aguadas en ese punto de preparación de los malones.
Comunicada esta situación a la superioridad no lograba anuencia. La revolución de Entre Ríos y la defensa de las fronteras de la Pampa donde los indios cautivaban cristianos y robaban por miles el ganado eran el centro de la atención gubernamental.
Ante la falta de una solución Superior y la pertinacia del indio, Obligado resuelve proceder drásticamente.
OBLIGADO RESUELVE PROCEDER DRASTICAMENTE
Los montaraces habían invadido dos veces y el Jefe de Fronteras resuelve expedicionar.
Los apuntes para su foja de servicios y el informe al Sr. Secretario de la Inspección y Comandancia General de Armas de la República, Coronel D. Rufino Victorica permiten reconstruir los pormenores de su expedición a las tolderías del Chaco que inició el 9 de abril de 1871. Transcribiremos en parte: Fechado en Belgrano el 22/04/71.
"En los primeros días del corriente mes, me han invadido dos veces los indios montaraces, logrando penetrar por la línea de la Frontera Este de Córdoba y robando algunas manadas de yeguas en el Departamento del "Sauce" de la frontera de Santa Fe.
Indignado por el proceder de los indios, me resolví a invadirlos y escarmentarlos, a pesar de la escasez de medios de movilidad conque cuento, y en la madrugada del día nueve me puse en marcha con una columna liviana de sesenta hombres de la fuerza que guarnece la frontera de Santa Fe al mando del Comandante Jobson, y libré orden al Jefe de la Frontera Este de Córdoba, Comandante Racedo, se me incorporase en la Isleta del Ají, con cincuenta hombres.
El día 12 se efectuó la incorporación del Comandante Racedo, y marchando con la rapidez que me lo permitía el mal estado de mi caballada, sorprendí el día 15 por la madrugada la toldería del cacique Pablo en la que no había sino la chusma, por cuanto los indios se habían dirigido a invadir por San Juan lo que me fue comunicado por un chino que se tomó entre el monte.
A las diez y media de la mañana -se avistaron los indios, y una india que venía de visita a la toldería donde estaba acampado, y a pesar de que éstos entraron a desconfiar así que se aproximaron, que éramos invasores, logré hacer tomar uno de ellos por la partida de baqueanos, por lo cual supe que los indios de pelea de varias tolderías se habían internado a invadir las colonias situadas al Norte de San Javier en número de más de cien indios. Le prometí darle una recompensa a este individuo si me conducía a alguna toldería y se comprometió a hacerlo sirviéndome de guía, por lo que sorprendí la toldería de la Tribu de Espineros, donde fue muerto el cacique Juan y se tomaron seis individuos de Chusma y veintiocho caballos, salvando los demás en la espesura del monte.
Estando mi caballada en bastante mal estado, determiné dirigirme al Sur, tanto por acercarme a la línea, de la cual distaba cuarenta leguas, como para cortar el rastro de los indios invasores y esperarlos en mitad del camino, para escarmentarlos".
Debía defender, a todo trance, las colonias Californ y Alejandra.
LAS COLONIAS CALIFORNIA Y ALEJANDRA:
Don Guillermo Perkins, colonizador y hombre de muchas iniciativas de progreso, llegó al país en 1858 radicándose en Rosario. Entre las importantes empresas que realizó y cargos que desempeñó fue el de comisionado por el gobierno provincial como agente para el fomento de la inmigración para la zona norte de la provincia. Viajó a Estados Unidos para obtener colonos norteamericanos.
Y fue en la administración de Don Nicasio Oroño cuando arribaron a Rosario algunas familias norteamericanas procedentes de California, en 1866. Don Guillermo Perkins los invitó a sumarse a la expedición que iba a realizar para explorar las tierras bañadas por el arroyo del Rey, adonde pensaba radicarlos.
Las familias quedaron en Santa Fe, de donde partió la expedición que fue larga -26 de mayo a 8 de julio de 1866- no agradó el paraje de San Jerónimo del Rey a los inmigrantes. Si bien las tierras eran feraces, había muchos campos anegados y, sobre todo, el peligro de los indios en un punto alejado de la frontera.
Se decidieron, entonces, por la zona de San Javier y compraron al gobierno provincial el terreno a razón de 300 pesos bolivianos la legua, lo dividieron en diez porciones de 600 varas de frente sobre el río por 9000 de fondo. Y así fundaron la colonia "La California".
Los indios varias veces la invadieron y robaron vacunos que los colonos recuperaron por las armas y casi abandonan la población a no haber surgido en su vecindad la Colonia Alexandra o Alejandra.
Esta fue fundada por los señores J. Thomson, T. Bonar Co., de Londres, que obtuvieron "por ley especial de la provincia" la compra de un terreno a razón de 300 pesos bolivianos por legua cuadrada. Debían establecer de 150 a 200 familias. Fue delineada en 1870.
Sufrió el embate de los indios desde el momento de su instalación y mensura. Un grupo de montaraces cayó de sorpresa y se llevó todos los caballos. Asesinaron al Sr. Weguelín (hijo del socio principal de la casa de Londres y Director de la Colonia) y a otro joven inglés.
No obstante los concesionarios decidieron continuar y Alejandra como La California (defendidas por las armas y el valor de sus pobladores) fueron colmenas de intenso laborar. Quedaban fuera de la línea de fronte:ras y, mientras Obligado no lograba autorización para trasladarla más al norte, su tutela sobre estas colonias fue una constante preocupación.
Por eso Obligado estaba expedicionando y -siguiendo el rastro de los indios invasores- llegó hasta los despuntes del arroyo Espín.
HASTA LOS DESPUNTES DEL ARROYO ESPÍN :
Continuamos transcribiendo el informe que elevó a la 1nspección y Comandancia de Armas de la República:
"El día diez y seis di con el rastro de los invasores y seguí por él hasta la altura de los despuntes del arroyo de Espín, donde me embosqué el día 17 a esperar la salida de los indios, y a las diez de la mañana del día 18, en momentos que mandaba campar, me encontré en medio del monte y de improviso con los indios en número de 'ciento veinte' que venían haciendo cerca para bolear ; los cargué inmediatamente y se pusieron en fuga, logrando matarles el capitaneo Hilarión Lanche, que fue uno de los que el año pasado saquearon e incendiaron un buque a la altura de Goya, y diez indios más, quitándoles cuarenta y tres caballos, los más ensillados, pues muchos escaparon a pie en las espesuras del bosque o vadeando a nado el arroyo.
Por nuestra parte no hemos tenido más desgracias que lamentar que haber sido heridos un sargento y un cabo y hemos perdido cuarenta y un caballos que ha sido necesario matar para no dejarlos en poder de los indios, pues se habían cansado al no poder más andar.
El día 20 he regresado de la expedición y las fuerzas han vuelto a los puntos que guarnecen".
Así de parco es el parte, pero en los apuntes para su foja de servicios describe con pormenores esa acción.
Las colonias citadas, como se ha consignado, al norte de San Javier y por consiguiente fuera de la línea de fronteras, tuvieron la especial atención y protección de Obligado quien, tal se ha visto expedicionaba personalmente. Por otra parte y con frecuencia destacaba comisiones exploradoras, lo que impedía al salvaje organizar malones para realizar depredaciones.
Era una de las dificultades fundamentales con que tropezaba -sino la primordial- la falta de caballos.
LA FALTA DE CABALLOS:
Las tropas estaban en permanente servicio, en territorio salvaje y guadaloso, plagado de peligros y alimañas. Los soldados realizaban tremendos sacrificios al no tener cabalgadura de relevo, lo que hacía que la caballada existente se desmejorara y disminuyera en su número debido principalmente "mal de cadera".
¡Cuántas veces el sufrido y anónimo criollo debía retornar a pie de una expedición, o enancado, transportando su montura por haber quedado sin montado por obra del acecho del Chaco! Estas son escenas de la conquista del desierto verde, epopeya que se soslaya en las escuelas y por consiguiente son desconocidas por las nuevas generaciones.
Por eso el 22 de abril de 1871, desde la Comandancia de Fuerte Belgrano, el Jefe de Fronteras después de dar cuenta de la acción de Espín al Secretario de la Inspección y Comandancia General de Armas de la República, coronel don Rufino Victorica, le expone la situación.
El coronel Victorica eleva el parte al Ministro de la Guerra y Marina Coronel D. Martín de Gainza y en uno de los párrafos le manifiesta:
"Como V. E, verá, el Sr. Coronel Obligado, con la actividad de costumbre, ha logrado sorprender algunas tolderías, matando y tomando prisioneros varios indios en sus mismas guaridas, lo que importa un doble triunfo".
Esto sucedió el 30 de abril y el mismo día recayó la siguiente providencia: "Publíquese y líbrese orden para la provisión de caballos".
Este trámite no fue tan rápido ni fácil. Recién en octubre de 1871 recibió Obligado 1500 caballos "completamente postrados que se recolectaron en Entre Ríos y que fue necesario poner en invernada". En marzo del año siguiente pudieron comenzar a utilizarse.
Pero si la falta de caballos en 1871 fue tremendamente dificultosa para la eficacia de la acción militar y recién en octubre, aunque precariamente, se vislumbraba un alivio con el envío realizado por la Superioridad, un nuevo y grave problema se presentó para Obligado también en ese mes: la orden de disminuir a 800 hombres el número total de las guarniciones de las tres fronteras a su mando.
Fue éste un golpe adverso que ponía en peligro sus planes de recuperación del Chaco Santafesino y sólo pudo sostener su acción gracias a su pericia, energía y actividad en una cadena de más de cien leguas de frontera confiada a una fuerza que se ordenaba reducir a un número insuficiente.
Y el coronel Obligado no se arredra: ante esta situación traza un plan estratégico de amplia proyección.
UN PLAN ESTRATEGICO DE AMPLIA PROYECCION:
Consistía en trasladar la línea de fronteras norte de Santa Fe hasta el arroyo "El Rey " en recta de este a oeste hasta el Salado (Tostado). En esta forma se quitaría al salvaje las mejores aguadas en una promisoria extensión de 1500 leguas cuadradas de ubérrimas tierras que se incorporarían a la civilización y más claro, a la provincia de Santa Fe que de hecho extendería su límite norte -en forma efectiva- hasta el Rey. Es éste un punto clave porque a su frente hay una ciudad -Goya- y sobre El Rey se podría habilitar un puerto para comunicarse con la Mesopotamia.
Pero la superioridad no accedía a que el Jefe de Fronteras realizara este proyecto de tanta envergadura por el momento. El Presidente Sarmiento y el Ministro de la Guerra comprendían y apreciaban su gran importancia. Pero la oposición era irrevocable y entre otras causas de la postergación debe destacarse la influencia del gobierno de Santa Fe que no quería que el avance tuviera realización, a fin de que las fuerzas nacionales no se alejaran, ya que en el caso de una revolución -se anunciaba la de don Nicasio Oroño contra el gobernador Dr. Simón de Iriondo- su presencia sería de grande utilidad para sofocarla.
Mas si el Gobierno Nacional no accede, tampoco Obligado ceja en su empeño y toma con firmeza una determinación. Si en octubre de 1871 recibió la orden de reducir él número de las fuerzas, para fines de diciembre avanzó el centro y la derecha de la línea de Santa Fe y estableció la Comandancia en Jefe de San Pedro el Grande.
LA COMANDANCIA EN JEFE EN SAN PEDRO EL GRANDE :
Fue San Pedro la segunda y última Reducción de mocobíes fundada en 1765 por el abnegado y célebre jesuita Florian Baucke o Paucke, misionero de San Javier, con la protección del Gobernador Don Pedro de Cevallos (de al1í el nombre de "San Pedro"), en lo que hoy es territorio santafesino al sudeste de la actual población de Calchaquí con el fin de atajar el tránsito de los abipones a la frontera de Santa Fe.
El jesuita Pedro Bustillo que acompañó un tiempo al Padre Baucke, dejó una relación detallada de la que transcribimos estos datos: "El 8 de de febrero (de 1765) por la tarde, caminamos del Sauzalcillo para el Inspín-Chico, así se llama el lugar donde después se estableció el pueblo de San Pedro, y llegamos a él el próximo siguiente día a cosa de las nueve de la mañana, vadeados dos ríos que se encuentran en el camino y por sus aguas salobres se llaman en aquellas partes Saladillos. . . "Entre el pueblo de San Pedro y el de San Javier, que está con poca diferencia a su oriente, hay catorce leguas de mal camino en tiempos de aguas por las muchas que derramándose por los campos de los Saladillos dichos los ponen intransitables; ........ "Por un lado del pueblo de San Pedro como a tiro de piedra distante, corre de poniente a oriente un arroyo de agua dulce, que teniendo su origen en unos manantiales retirados de San Pedro como dos leguas desagua en el Saladillo más próximo a él de los dos arriba mencionados, y apartado como un cuarto de legua hacia su oriente. . . . . . . " "El pueblo de San Pedro fundóse sobre una lomería vistosa y continuada casi por algunas leguas mayormente de sur a norte. . . . . . . . . . . . . . . . . . ."
En algunos escritos se menciona un cambio de lugar de la reducción que no hemos encontrado en las relaciones de los misioneros. No obstante creemos que el empeñoso investigador Dr. Bernardo E. Alemán, en " Lugares, Históricos de la Provincia de Santa Fe" deja aclarada la situación cuando ex presa : "En el plano que hizo levantar Melchor Echague y Andía en 1790 se ubica esta reducción sobre la margen derecha del Arroyo Inspín Chico, cerca de su desembocadura. En cambio en el Plano de Prudencio María de Gastañaduy de 1795, se encuentra en la margen izquierda o sea al norte del mismo arroyo, al que denomina de San Pedro".
Allí fue el lugar donde instaló Obligado la Comandancia en Jefe acortando distancias.
ACORTANDO DISTANCIAS:
En informe que Obligado da oportunamente al Inspector y Comandante de Armas, Coronel D. Rufino Victorica le hace saber que con la reducción del número de plazas se vio "en la necesidad de avanzar la línea de Fontera de Santa Fe, diez leguas a vanguardia, con cuya operación -le dice- he estrechado el ángulo que forman estas fronteras acortando la linea unas l0 leguas" "En esta nueva línea se han trabajado siete fortines inclusive esta Comandancia, con sus cuarteles, etc., no costando al erario más gastos que el valor de seis arrobas de filásticas que se han empleado en los techos, etc. . . "
Todo ello se llevó a cabo con la más estricta economía. Puertas y ventanas y otros elementos se trajeron de la que fue la otra reducción también de San Pedro (o San Pedrito) al norte y cercana de Santa Fe, adonde el General Estanislao López había reubicado a los mocobíes de la antigua población sometidos nuevamente en 1835. Sus habitantes fueron trasladados en 1869 a a Rincón Grande.
Un cuadro tomado de las Memorias del Ministerio de Guerra y Marina (año 1872) demuestra la ubicación de los nuevos fortines correspondientes a la Comandancia trasladada a San Pedro el Grande a fines del año anterior.
Y ese año del traslado a San Pedro el Grande (o el Viejo) -1871- también prolongó una línea desde este lugar hasta Higueritas, al norte de San Javier, sobre el Paraná.
No se hicieron sembrados ni potreros alfalfados, según era costumbre, para el mantenimiento de la caballada porque este movimiento fue provisorio o dicho con mayor propiedad, preliminar del que pensaba realizar muy en breve para concretar el traslado de la frontera santafesina y Comandancia en Jefe a "El Rey", meta de los esfuerzos que venía realizando.
Al comenzar el año 1872 instaló una línea desde San Pedro hasta Alejandra. Las precauciones de protección a las colonias estaban tomadas. Comenzó entonces su exploración de las costas del Paraná y en sus descubrímientos llegó hasta las ruinas de la antigua reducción jesuítica de indios abipones "San Jerónimo del Rey".