san jerónimo del rey

 

 

LA HISTORIA DE RECONQUISTA


 

SAN JERONIMO DEL REY

 

 

Envueltas entre un boscaje enmarañado halló Obligado las ruinas de esta reducción jesuítica de abiPones. Restos de una capilla y viviendas destruidas; de una quinta de frutales rodeada de imponente vegetación silvestre que la ahogaba; vestigios de un cementerio ... todo acusando la existencia de una Población indígena hacía cincuenta y cuatro atrás arrasada. Al decir de uno de sus misioneras en 1806, el Padre Aispurúa: "Es el antemuro de los caminos de Santa Fe, de los caminos de Córdoba y de la jurisdicción de Corrientes De Santa Fe, junto con san Javier y san Pedro. Porque conviene recordar que Santa Fe, durante el período hispano y a comienzos del siglo XVIII, fue "una isla de martirio"

 

 

UNA ISLA DE MARTIRIO

Rodeada y acechada por los indígenas que sembraban el espanto a cata paso, la capital de la provincia vio desbordar la copa de tantas amarguras cuando en 1710 caía sobre la indefensa población la furia de los centauros del Chaco que hasta entonces no se habían presentado.

Venían desde las riberas del Bermejo, costeaban el Paraná y se detienen en el arroyo "El Rey" para organizar sus malones, que desde allí llevaban a cabo sobre santa Fe y estancias vecinas. Eran los abipones, a veces solos; atras en alianza cori los mocobies y con los tobas también.

Durante el siglo anterior sus incursiones a las ciudades cristianas fueron muy aisladas, pero a partir de 1710 canbió la situación. En ese año el gobernador del Tucumán don Esteban de Urizar, organizó una batida contra estas parcialidades indígenas con numerosas fuerzas de su jurisdicción, en combinación con Asunción, Corrientes y Santa Fe. Finalizó la campaña que, según los crónicas, no dio los resultadas anheladas. No obstante quedó tranquilo el Tucumán, pero a partir de esa data los abipones, lo mismo que los mocobies y los tobas que no fueron dominados, hicieron sentir su terror sobre Corrientes, Santiago del Estero y Santa Fe en la que, convertida en una isla de martirio, vivieron los habitantes en terrible desasosiego.

 

 

TERRIBLE DESASOSIEGO:

 

En esto se convirtió la existencia de los pobladores que iniciaron una era de vivir con el arma al brazo, redoblando los anteriores sacrificios para defenderse. Era terrible la furia de los abipones que, con los mocbies, se convirtieron en su pesadilla y espanto de toda hora.

Hombres decididos organizaban la defensa, pero año tras año iban en aumento las escenas de horrores y zozobras, hasta que en 1733 asume el cargo de Teniente de Gobernador un santafesino cuyo nombre iba a ser glorioso y querido para su ciudad natal: el Maestre de Campo don Francisco Xavier de Echague Y Andia quien cambia la acción defensiva por la ofensiva. Y al fin, en 1734, tras derrotarlas a orillas del arroyo "El Rey", logra concertar paces con los macobies; paces que si bien no fueron cumplidas por éstos con estrictez -como cabe suponer- favorecieron las planes para obtener su sometimiento.

SU SOMETIMIENTO

Las Paces con los aborígenes dieron lugar a que los principales caciques -solos o con sus familias- llegaseN a Santa Fe. Dos sitios eran los que elegían pana sus visitas; la casa del Teniente de Gobernador y el Colegio de Jesuitas que desde 1608 continúa hasta nuestros días. En ambas Partes recibían el mejor trato y a la vez la insinuación de someterse "debajo de Cruz y campana". Además estos sacerdotes desde tiempo atrás procuraban convencer al Teniente de Gobernador -que había sido su discípulo- de intentar la reducción del indígena por medio de la conquista espiritual. A su vez el rector del Colegio, Padre Miguel Benavidez -paraguayo- venia ganando la voluntad de las abipones. Lo misyo realizaba el Padre Francisco Bungés con los mocobies. Y así, en conjunción de esfuerzos, jesuitas y gobernador logran fundarles pueblo a las mocobies.

 

 

PUEBLO A LOS MOCOBIES

En Paraie de la primitiva Santa Fe, el 4 de julio de 1743 y de acuerdo al Acta, reunidos los indios con su cacique Alitin o Aliquin, ante los padres GerónÍmo Nuñez y Francisca Burgés, jesuitas doctrineros que estarian a cargo de la reducción, el Teniente de Gobernador fúndales Pueblo al que se le impuso el nombre de "San Francisco Xavier" en memoria de Echagüe y Ancia que había iniciado los trabajos y realizado los preparativas correspondientes. Fallecido en octubre del año anterior fue sustituido por el Maestre de Campo don Francisco Antonio de Vera Y Muxica, quien dispuso y presidió la fundación de este Pueblo que después de repetidas mutaciones, hendiendo el tiempo se Perpetúa hasta el día de hoy, constituyendo la progresista y pintoresca ciudad santafesina de SanJavier.

No debemos olvidar que en esta reducción desplegó una acción apostólica inolvidable, años después, el gran jesuita Florian Bauke o Pauke cuya fama es legendaria.

Sometidos los mocobies por vez primera en los anales de la conquista hispana, quedaba en pie el acuciante problema de los abipones, tribu belicosa y la más aguerrida del desierto. Al tratar con ellos los misioneros de San Javier les hacían ver las ventajas de someterse a la vida cristiana. Y después de pacientes trabajos pudieron los jesuitas realizar su anhelo de fundarles pueblo a orillas de "El Rey".

 

 

A ORILLAS DE "EL REY"

No fue nada fácil. Diversas y encontradas tratativas. Y por último una visita que en penosa peregrinación desde Santa Fe hasta "El Rey" -donde se hallaban aguardando los caciques abipones- tuvo que realizar el rector del Colegio de Jesuitas, Padre Diego de Horveqozo, acompañado de una escolta de blandengues, los que en cuanto llegaron, atemorizadas por el cruce de ochenta leguas de desierto verde, quisieron volverse. Expedición llena de penurias que don Pedro de Angelis califica como digna de integrar las Páginas de "El Genio del Cristianismo".

Se eligieron las tierras sobre las que se asentaría la reduccÍón, se pactaron condiciones y, ya de retorno el Padre Horvegozo a Santa Fe, de acuerdo con el Teniente de Gobernador se organizaron los preparativos para la fundación.

 

 

LA FUNDACION

 

Esta se realizó el 1 de octubre de 1748. Ese dia llegaran a orillas del arroyo Y encabezando memorable expedición, el ya mencionado mandatario don Francisco Antonio de Vera Muxica, el rector Padre Harvegozo y los dos doctrineros designados, padres José Cardiel -extraordinarÍo misionero- y Francisco Navalón.

Dio en esa fecha el teniente de gobernador posesión corporal del terreno a los cinco caciques abipones allí presentes con sus indios y sus respectivas familias: Reregnaqui, AlaYquin, Luebachin, Luebachéhi e lchoalay. Fue este último un cacique de palabra. Respetaba y hacía respetar lo pactado con los españoles y colaboró eficazmente con los misioneros, tanto en esta reducción como en San Fernando del RíoNegro (hoy Resistencia) y El Timbó (hoy Puerto Bermejol. De mucha actuación, fue valeroso a toda prueba. En los recuentos históricos, por sus singulares cualidades, se lodenomina "el caballero lchoalay".

"A las ocho de la mañana Y en un día claro y sereno" tuvo lugar la fundación. Y el l8 del mismo mes levantó acta para constancia de haberse edificado una capilla, plantado en la puerta el Arbol de la Cruz y edificado aposentos para los padres y casas para las familias de los recién convertidos. También quedaba ganado suficiente para la mantención del pueblo, herramientas y carros, todo donado por los vecinos de Santa Fe.

Se señaló un área de dos leguas de sur a norte, una a cada margen del arroyo y cuatro de este a oeste comprendiendo las islas. Dice un párrala del Auto del Teniente de Gobernador, del 1 de Octubre de 1748: " ... Y en nombre del Rey nuestro Señor Dn. Fernando Sexto que Dios guarde en mejores Reynos y señoríos comoa la Cristiandad les doy posesión a los dichos indios del terreno expresado ... la que tomó y aprehendió por ellos el Rdo. P. Rector Diego de Harvegozo como Su Procurador . .. . . " La posesión se les dio arrancando yerbas, cortando ramas de árboles, como era usanza de la época.

Se colocó en la capilla como patrón titular a Sen Gerónimo y se le dio al pueblo también el nombre de San Gerónimo. Y toca esta imponente y singular escena tuvo lugar a la margen izquierda de "El Rey".

 

LA MARGEN IZQUIERDA DE "EL REY"

Si bien la extensión total abarcaba lo que hoy son Reconquista y Avellaneda, la Fundación se realizó en la orilla norte del arroyo -a su margen izquierda- donde se levantaron la capilla y demás depettfencias.

Los españoles debieron "cruzarlo" a pedido de las indios que con su habitual desconfianza quisieron interponer, ante cualquier emergencú, la liquida barrera del fluente arroyo.

Allí, durante varios añas, las jesuitas realizaran aceercamiento del aborigen al cristianismo, hasta que ganada la confianza se trasladó la fundación a la orilla opuesta, quedando definitivamente emplazada donde hoy es el centro de la ciudad de Reconquista.

Utilizaremos referencias actuales para una mejor comprensión. La capilla quedaba donde hay es calle Mitre, entre 9 de Julio y 25 de Mayo, en mitad de cuadra. Respaldábala al sur una quinta de árboles frutales que ocupaba los solares actuales No. 145 y No.148. En donde es la Central de ENTEL (solar Nº. 142) la Plaza y el Corre, y al lado (solar No, 1431 las viviendas que ae fueron extendiendo en toda la zona aledaña. Vale decir que el centro de población hasta las manzanas donde está la Central Telefónica, Familia de Gonzalez, Casa José Yapur, Biblioteca Obligado; Y en frente de Ernesto Roberts, Casa Durieux, Homero Corti entre otras, el radio de viviendas en distintas direcciones. Las reucciones tenían su delineación propia. de manera que no trazaban nunca geométrica y exactamente dentro de las solares mencianados. Ruinas sucesivamente halladas fueron demostrando la ubicación que le dieron sus misioneros.

 

SUS MISIONEROS

Fueron sus fundadores, como expresamos, los jesuitas. El Padre José Cardiel, español, intrépido misionero y sabio. Explorador notable astrónomo, cartógrafo, en la Patagonia lo recuerdan un cerro y un lago por él descubiertos que llevan su nombre; ademáa una calle en Mar del Plata. Reconquista aún está en deuda.

Al Padre José Cardiel lo sustituyó al poco tiempo el sacerdote italiano José Brigniel quien junto con el Padre Navalón desarrolló una labor postólica encomiable. Y además de la acción espiritual debieron enseñar y convencer al abipón, de espíritu nómade y guerrero, a aplicarse a diversas faenas y labores para subvenir a su subsistencia. La agricultura y la ganadería como principales, surgieron en medio del desierto verde.

Las cosechas y otros productos, después de utilizados y reservados lo necesario para la reducción, eran enviadas a Santa Fe, a la Procuradoría de Misiones donde un Padre (Prpcurador) luego de pagar el tributo al Rey los negociaba y enviaba alimentos, telas y otros materiales necesarios para los reducidos. El envío se hacia de dos maneras: por tierra. costeando el río; por agua, partiendo desde el "puerto de los abipones" en la desembocadura de "El Rey", donde está la actual estación fluvial reconquistense. Los hijos de Loyola siguieron jalonando la pavorosa inmemidad del Chaco con nuevas reducciones que iban floreciendo y sirviendo de contención para el salvaje. La separación de estos misioneros de los dominios de América en 1767 causó la decadencia de estas poblaciones indigenas y, por consiguiente, de "San Jerónima del Rey" que había adquirido un alto grado de prosperidad y crecimiento hasta convertirse en poderosa reducción.

En el gobierno de ella las jesuitas fueron sustituidos durante un año por el sacerdote del clero secular maestro Francisco Reves. Luego por frailes nercedarios y desde 1798 reemplazaron a éstos los franciscanos del Coniento de San Lorenzo. Todas ellos dieron de si la mejor de su apostolado. Hasta que surgió la Patria Nueva.

 

LA PATRIA NUEVA

No fue posible al gobierno patrio, consagrados a propagarla chispa revolucionaria, ocuparse de las reducciones con la debida dedicación. No obstante el Triunvirato entrega a las franciscanos de San Lorenzo, en 1812, las reducciones mocobies de San Javier y San Pedro. Por otra parte ocurre en 1814 una sublevación general de las poblados mocobies cuyos habitantes en tal situación asolan el Chaco. Los abipones de San Jerónimo del Rey, pese a no tener misionero desde 1815 debido a los sucesos, permanecieron fieles. Pero pagaron caro su fidelidad: en 18l8 la reducción era arrasada por los tobas y las sobrevivientes emprendieran una dramática huida.

 

DRAMATICA HUIDA

Abandonaron con pena las abipones su querida reducción. Huyeron a san Javier y desde allí la mayor parte a Santa Lucía (Corrientes). En 1824, accediendo al pedido de estos indígenas, el Briqadier General Estanislao López -entonces gobernador de Santa Fe- los recibió nuevamente en la Provincia y los ubicó, tal como se ha dicho, en el Cantón "El sauce". Como en su éxodo su Santo Patrono fundador, continuaron con su reducción "del Rey" sino "del Sauce" de Córdoba. Aquí se conserva con veneracuón la hermosa imagen.

El Coronel Obligado, iba a "reconquistar" dirigiendo el movimiento de penetración en el Chaco, y dispuso la exploración hacia el Oeste.

 

EXPLORACION HACIA EL OESTE

Destacó al efecto una comisiçon que por tierra explorase los campos hacia Salta,. Iba al mando del Mayor Oroño.

Iba en marcha esa comisión y al cruzar el arroyo, frente a las taperas de "San Jerónimo del Rey", da con las ruinas de la "Colonia Ausonia