AVANCE PENOSO I

 

 

 

PENOSO AVANCE DE LA COLONIA
PARTE I

 

 

Extraído del libro "LA COLONIA NACIONAL PTE. AVELLANEDA Y SU TIEMPO" lra. Parte, del Doctor Manuel I. Cracogna

 

 

Al iniciarse el año 1880, la actividad en la colonia se desarrollaba entre desaciertos, carencias e imprevisiones, por las que la administración debía asumir todas las responsabilidades, agravadas por la inestabilidad de los cargados de conducir la organización y el planteo definitivo de la población.

Con ese movimiento desordenado y otros inconvenientes, fruto de la improvisación, muchas familias se veían afectadas por la incomodidad y aflicción consiguiente. Con lentitud se demarcaban las concesiones que adjudicaban, lo que producía atraso en la construcción de las viviendas propias.

Conforme a lo dispuesto para la mayor seguridad y confianza de los pobladores, las habitaciones (ranchos) se levantaban en los ángulos de las concesiones, en el cruce de las futuras calles, de manera que resultaban vecinas cuatro familias.

A fines de enero, llegó a la colonia el inspector D. Pablo Stampa, cumpliendo con las visitas periódicas que efectuaba para verificar la marcha de los establecimientos. Fue en esta ocasión que concedió pasaporte a D. Jorge Cracogna para poder retirarse de la colonia con el fin de volver Italia a buscar su familia. Antes de viajar, para cumplir con requisitos legales, dejó como fiadores solidarios de su deuda con el gobierno a sus paisanos Domingo Bianchi, Pedro Bianchi y Leonardo Brollo.

Asuntos candentes preocupaban a los colonos: la escasez de cosecha, el período del racionamiento próximo a terminar y la falta de animales y herramientas.

No era ajena a esta situación la Comisaría General de Inmigración, pues, a principios de marzo solicitó autorización, concedida por el Ministerio del Interior, para comprar 40 bueyes para la Colonia Avellaneda. Según se informó, para abastecer a la población se habían sacrificado animales destinados al trabajo. Por esta razón la Comisaría General pidió a la  contaduría le retengan al proveedor D. Antolín Funes $ 4.458,19 "por animales pertenecientes a la Administración de la Colonia Avellaneda de que dispuso".

Meses más tarde, se dejó sin efecto esa retención por mediación del nuevo proveedor  D. Martín Velázquez, que intervino ofreciendo su garantía.

Entonces actuaba como comisario interino de la Colonia, el ecónomo D. Pío Sanga. En su informe del 12 de abril, elevado a la Comisaría General, se refiere al  uso de los animales, la participación en el asunto de los comisarios Díaz e Igarzábal y la pérdida de caballos "por una enfermedad (peste, mal de cadera), que lleva consigo casi una tercera parte de los caballos sín calcular los que se alzan o que pueden ser robados por los indios".

En un apartado de su comunicación, respecto a la voluntad de los colonos, con  singular optimismo, declara: "Los colonos hállanse animados del mejor espíritu, y trabajan con ahínco, no obstante ver destruida su cosecha  en los pocos terrenos trabajados a pala por carecer del elemento antes dicho (los animales), a consecuencia de la plaga de la langosta que invadió los campos destruyendo totalmente los sembrados”.

Finaliza su escrito refiriéndose a provisiones para los colonos. Dice: “Consiguieron los colonos las semillas, pero al reconocerlas ellos mismos, resultó que eran viejas y averiadas. Convendría, pues, que esa Comisaría General mandase alguna cantidad de las siguientes semillas: algodón, tabaco, papas, porotos, trigo y caña de azúcar".

En la misma época, en las altas esferas del gobierno, se conocía el informe de la Comisaría General de Inmigración con el que resumía la obra realizada en las colonias. Hacían notar que tan sólo cinco años atrás, no existía en el vasto territorio del Chaco otra población que Villa Occidental (que pasó a jurisdicción paraguaya, como ya mencionamos). Y daba cuenta que en la fecha (abril de 1880), se contaba con la colonia "Formosa", con una población de 434 almas; "Resistencia", con 1.218 pobladores y "Avellaneda", con 768 habitantes;  tres colonias fundadas a expensas del gobierno y que por el valor de su existencia, como seguras avanzadas en tierras despobladas, promovían gestiones para continuar la colonización de doscientas leguas de terreno. (El poblado de Villa Ocampo, particular, tenía un año y medio de vida).

En dicho informe, refiriéndose concretamente a Avellaneda, se decía que "el terreno es lo mejor que puede desearse", y agregaba que convenía limpiar el arroyo para facilitar la comunicación con Goya, para lo cual también se podía proveer un pequeño vapor, para el remolque de chatas que transportaran una carga de 25 a 30 toneladas. Como complemento, señalaba la necesidad de "un buen camino desde el puerto a Reconquista y un puente sobre el Rey".

En el último párrafo de esta comunicación, el informante vaticinaba: “El 31 de Diciembre del corriente año (1880), esta colonia podrá quedar emancipada, sin riesgo alguno para el porvenir" . Sin duda, esta predicción adquirió un viso de realidad para esa fecha, cuando se logró superar serias dificultades y dieron la apariencia de que la colonia se estabilizaba.

El mismo día que redactó su informe, el comisario Sanga recibió dos solicitudes de los colonos, de similar contenido, para que se mantenga el racionamiento que había terminado el 31 de marzo. Más que pedidos, eran una súplica de hondo patetismo que demostraba una situación angustiosa en la  mayoría de las familias. Redactadas en italiano y dirigidas al comisario general, fueron remitidas de inmediato.

Por considerarlo de especial interés y por significar un fiel reflejo de la difícil situación de aquellos momentos vividos por gran parte de nuestros  primeros pobladores, damos a conocer el facsímil de una de las notas y las firmas de los solicitantes de ambos documentos. Para facilitar una mayor y con la confianza de que no resulte fatigoso, agregamos seguidamente una traducción libre del texto respectivo.

"Honorable señor Comisario General: Los humildes firmantes se ven obligados a dirigir a V, la presente suplicando a ser con ellos benigno, como no lo dudan de su bondad y a escuchar los ruegos de sus míseros colonos.

"V. no ignora que desde el 1° de abril cte. nos fue reducida la ración a la mitad de la que se nos acostumbraba pasar anteriormente y de esta manera no podemos tener fuerza para trabajar y sostener n/tiernos hijos.

"Puede V. persuadirse de que no es nuestra culpa de vernos aún obligados a solicitar la mantención del Exmo. Gobierno; pues nosotros anhelamos ser de menos agravio posible al Gobierno; pero juzgue V. señor, la mayor parte de nosotros hemos llegado a esta Colonia en mayo ppdo.; hemos tenido que construir nuestras habitaciones, hacer el pozo, acostumbrar los bueyes al trabajo los que los tenían, pues muchos de nosotros no los poseemos aún y así es que sin ellos no podemos tampoco cosechar con qué vivir el año próximo; pues créalo señor con la pala no se puede hacer gran trabajo en terreno virgen y pedimos a Ud. mande se nos entreguen los animales lo más pronto posible, pues es triste para unos colonos encontrarse sin animales y privados por tanto de trabajar como lo hacen otros que los tienen.

'Es bien cierto que en la Colonia hay algunos que podrán suplir con la mitad de la ración, porque estos tuvieron la suerte de encontrar bueyes hechos al trabajo y de poseer algunos medios para comprar en tiempo oportuno las si mientes, pero de éstos no hay en la colonia una docena, lo que no guarda proporción. si V. desconfía de nuestros relatos, puede encargar a persona de su confianza para que averigüe los hechos.

"Rogamos a V. quiera tomarse interés por el estado mísero en que nos encontramos, y ayudarnos o sostenernos, dando orden que se nos pase nuevamente la mantención como antes y se nos entreguen a lo más pronto posible los bueyes. Estamos seguros de que V. no querrá saber que sus colonos perecen y que padecen el hambre y remediando V. a todos volveremos a trabajar con ahínco y todo marchará en completo orden y nosotros le quedaremos  para siempre muy agradecidos.

"Confiados en que V. tomará en consideración nuestra solicitud y en espera de su resolución, nos repetimos como siempre humildes servidores".

Siguen las firmas .

El señor Dillon, que había propuesto al Ministerio el suministro de media ración en abril y un tercio de ración durante cuatro meses más, el 22 de ese mes elevó las notas de los colonos e indicaba la conveniencia de seguir con media ración para 90 familias indigentes de Avellaneda "hasta que venga el informe del nuevo Comisario nombrado...". considerando además que un tercio de la ración era insuficiente. Al mismo tiempo y ya a mediados de mayo, pedía autorización al ministro del Interior Dr. Benjamín Zorrilla para suprimir raciones a familias que "no las precisan y repartirlas entre las necesitadas".

Sin que se pueda establecer con exactitud la fecha - deducimos en los primeros días de mayo de 1880, según los datos recogidos por J.C., -nuestro cronista-, llegó a Avellaneda "un nuevo comisario efectivo, por nombre Fernando Pearson, acompañado de dos mozos como ayudantes suyos: Nemesio Ramos y Andrés Saldeña. Este señor, ya entrado en años y hermanastro del mismo Comisario Dillon, consigo llevó otra vez la esperanza de que esta colonia no se había de destruir.., ya los colonos tenían solamente la mitad de la ración... Trajo dos cajones de hachas para repartirlas entre los colonos para que trabajen en los montes haciendo postes, que se les pagaba  a16 pesos el cien, mitad gasto y mitad plata...

 En esos días se dispuso liquidar al proveedor M. Velázquez la cantidad de $ 11.648.- "por provisiones a Formosa, Resistencia y Pte. Avellaneda".

Ingresó a la colonia una partida de bueyes y vacas que fueron repartidas enseguida entre los colonos que carecían de animales. Así empezaron a preparar la tierra para la primavera. El trabajo se intensificó y se alternaba la labranza con el corte de maderas y postes. Iban quedando atrás las penurias que oscurecían las más nobles aspiraciones de esa gente, curtida para el esfuerzo y los sacrificios.

A mediados del año ya se había reducido el personal de la administración por razones de economía. Aparte del comisario D. Fernando Pearson y su ayudante D. Nemesio Ramos, egresado de la Escuela Agronómica de Mendoza y ya designado para este cargo el 1° de enero; figuraban como empleados extraordinarios los siguientes: Carlos Perolo, como agrimensor; el médico D. J. Lauson (Lozón); Andrés Saldeña como contador y ocho peones .

Sobre la actuación del comisario Pearson, extraemos algunas referencias de nuestro relator (J.C.), en cuyas frases pone en evidencia la notable personalidad de este funcionario íntegro. "'Bajo la administración de este señor, tomó otro rumbo, ese rumbo que debía de tomar; y esto es suficiente para elogiar al mérito...El quería su Avellaneda; pronto formó el municipio, eligió cuatro colonos que lo representen... Se hizo la capilla, cuando llegué yo ayudé a concluirla como albañil. Se puso el altar a su puesto adonde todavía está (1895 n.d.a.). Este altar ha sido regalado por la señora Pearson con la casulla y todo ornamento sacerdotal, misal, cáliz, etc. Que al presente se usan aún...Este señor injertó la vida en esta colonia... Aconsejó a los colonos que soliciten más terreno, que un día no muy lejano les haría falta  y ofrecía hasta dos concesiones más a cada uno".

Impuso el orden administrativo y procedió con justicia en sus relaciones con los pobladores. Precisamente, se nos refiere que en cierta oportunidad usó una actitud enérgica y aleccionadora con un grupo de colonos que de manera insolente reclamaron ciertos derechos sobre racionamiento. El los conocía por desconfiados y que algo de razón tenían. Pero, consideró necesario infundirles el respeto a la autoridad. Puso presos nada menos que a 36 colonos (quizá no todos culpables) y los llevó a Reconquista "entregándolos al coronel Obligado, el cual los hizo trabajar en la obra de la iglesia de allá. Vario quedaron por 15 días presos".

 

Bibliografía utilizada por el Dr. Manuel Ireneo Cracogna en los títulos Penoso Avance de la Colonia, que divido yo acá en tres partes a efectos de facilitar su lectura:

MINISTERIO DEL INTERIOR, COMISARIA GENERAL DE INMIGACION, INFORME DE LAS CLONIAS NACIONALES. 1879 - PS VIII Y XXIX - MEMORIA 1878/79 - ESTADO Y PERSPECTIVAS DE LAS COLONIAS - 1880 - PAG. 669 Y SIG. - PAG 607 Y SIG. - INFORME DE LA COLONIAS NACIONALES 1880/81 - PS 101/105 - Y PAG. 95/96

ARCHIVO GENERAL DE LA NACION. INMIGRACION EXP. 2856 -I- 1880 - LEGAJO 6 EXP. 3.062 - LEG. 9 EXP 3.738 23/6/80 - EXP 3.752 -

JORGE CRACOGNA - DATOS HISTORICOS DE LA COLONIA AVELLANEDA - PAG. 17, 18, 19

NICOLAS AVELLANEDA - ESCRITOS Y DISCURSOS DE N. AVELLANEDA - BS.AS. - 1910

BOLETIN DEL INSTITUTO GEOGRÁFICO ARGENTINO - T III (1882) P.50 - P 121

INFORME DE LA OFICINA CENTRAL DE TIERRAS Y COLONIAS - 1881 -