De LA BIBLIA JUNTO AL CALEFON
De LA BIBLIA JUNTO AL CALEFON, La GLOBALIZACION...
y otras divagaciones trasnochadas...
Aqui me pongo a cantar
Al compas de la vigüela,
Que el hombre que lo desvela
Una pena estraordinaria
Como la ave solitaria
Con el cantar se consuela.
DEL MARTIN FIERRO
Realmente, me han superado los tiempos... tiempos para el ocio, tiempos para el trabajo, tiempos para la familia, tiempos para dedicarme a mi mismo... para la oración... y los tiempos de los avances galopantes de la tecnología.
No es el caso que me ponga a hacer una catarsis, con alguno de ustedes, estimados visitantes de mi página, así que solamente me referiré a los avances tecnológicos en informática, y más precisamente en materia de edición de páginas WEB y de elaboración de sitios, con la gran oferta de editores que facilitan la tarea y hacen que cualquier persona pueda dominar el lenguaje HTML y lograr sitios con floridos chiches, adornos, y asombrosos efectos... pero yo me quedé en sus tiempos casi prehistóricos, luchando con procesadores de texto y alguna que otra herramienta, importándome solamente el contenido, y pidiendo disculpas a todos, si desde ya no encuentran a mi sitio con muchas prolijidades, efectos espectaculares u otros elementos que la tecnología nos ofrece a diario...
Edifícil activar los filtros, para colar stamos en un mundo, y una época, donde nos resulta tanta información que nos aborda, y también para poder análisis exhaustivo de muchos temas que hacer un nos deberían interesar como personas, que aún dentro de masificación que propone la globalización, la conservamos principios y valores, que ponen los necesarios límites a nuestras vidas y pueden transformarla en fructífera para nuestros semejantes, ejerciendo un apostolado laico –y religioso si también se desea-, partiendo de pequeñas cosas que al compartirlas, enriquecen la cultura de propios y extraños.
La información, en la mayoría de los países del mundo, está manejada por un puñado de organizaciones empresariales y políticas, a su vez controladas por un manojo más pequeño de individuos, que corporativizados, transmiten la biblia de la que debe impregnarse toda la aldea, y lamentablemente esos “formadores de opinión”, encuentran tan lavados nuestros cerebros post modernistas, resultándoles fácil, con inversiones de capital, y con el poder paralelo que siempre existe, en concomitancia con el legal de cada país, imponernos su forma de pensar, sus costumbres, sus ideologías, modas. Si no les bastan las inversiones monetarias, y no es suficiente las “influencias” de los gobiernos subterráneos, no tienen ninguna vergüenza en utilizar la fuerza bruta, poniendo en marcha la maquinaria bélica, y saliendo a la caza de brujas, socavando las instituciones que pueden todavía hacerles frente, instruyendo y educando a la gente, y que pugnan aún para dar a los hombres de buena voluntad elementos para discernir la verdad, dentro de tanta confusión generalizada.
Claro que también, en países como nuestra querida Argentina, se suele atribuir alegremente o resignadamente, las causas de todos los males, a la globalización, a las políticas económicas impuestas desde el Imperio que domina el mundo actual, disfrutando nuestros políticos y gobernantes, de los beneficios extras, -que acá llamamos “coimas”- para dejar que el cáncer avance , y deje ese tendal de carenciados, marginados, parias de una sociedad que no quiere ni educarlos ni alimentarlos, y cuyo número crece día a día, haciendo estragos en individuos y familias de niveles sociales, antes emparentados con la burguesía de una clase media algo acomodada, o con sectores de pobreza, pero que nunca fueron tan infortunados e indigentes y paupérrimos como los de ahora.
Quienes manejan, los mal llamados medios de comunicación masiva, porque en todo caso de comunicación no tienen nada, están en la bien estudiada y continua tarea, de hacer parecer como naturales virtudes, a los vicios y pecados capitales de la sociedad, y como perversos elementos de atraso, desorden,incultura y barbarie, a las normas éticas y morales , a las virtudes que naturalmente debieran regir las sociedades, moderando el instinto humano que lo lleva a su propia destrucción, a la de su medio ambiente, y a lo más sagrado de la dignidad de su persona. También con un orondo presupuesto, lanzan campañas publicitarias, creando necesidades superfluas, cuya satisfacción, por lo general promueven conflictos generacionales y familiares, al tiempo que su insatisfacción, una marginación progresiva, evidente o supuesta, por no poder poseer todo lo que se nos indica, y que nos dará la felicidad.
Y miremos la casualidad del origen de la palabra “ética”: deriva del griego clásico, ethos/ëthos: morada, residencia, lugar donde se habita, carácter, personalidad y éthos: costumbre, hábito, uso...patrimonio de un grupo. Ambos términos están relacionados entre sí, ya que uno es el punto de partida para unas pautas de comportamiento, y el otro es el resultado de que esos comportamientos se hayan convertido en costumbres. Uno genera al otro, y es a su vez fuente del otro. Y es la ciencia que trata de los hábitos en tanto éstos perfeccionan la naturaleza. La ética exige de la voluntad y capacidad de cada sujeto.
Los latinos formaron la palabra “mos/moris” para traducir el término "ethika" (=moral). En un principio se refería a costumbres y hábitos, posteriormente también sería aplicable para referirse a la personalidad. De “mos/moris” surgirá “moralis/moralitas”= moralidad Ética y moral confluyen etimológicamente y también en cuanto a su significado. La “ética” griega es lo mismo que la “moral” latina, y pueden por lo tanto usarse como sinónimos.
No pretendo poner la atención de ustedes, en una exposición filosófica que no viene al caso, sino solamente en algunos principios, para entendernos mejor de acá en adelante, si consiguen seguir leyendo el texto, pese al aburrimiento que ciertamente les estoy provocando.
Resumiendo, la ética, tiene distintas funciones: moralizadora (darnos criterios y valores que nos ayuden a elaborar juicios morales), función personalizadora:
(nos humaniza), función crítica y de denuncia ( principios que nos permitan juzgar los hechos o los códigos morales), función utópica: la ética no quiere engañar al hombre, le dice que se marque metas que parecen irrealizables, para que por lo menos intente aproximarse a ellas lo más posible) y función creadora de valores: propone valores que la inteligencia juzga como buenos, deseables.
Decía Rogelio Alaniz, en su columna de opinión, en el diario El Litoral, de nuestra provincia de Santa Fe:"No creo exagerar si digo que en nuestro país la ética es la principal asignatura pendiente. No pretendo un país gobernado por santos, siempre y cuando este argumento no sea una coartada para darle luz verde a los malandras. En nuestro país existen fuertes reservas morales, pero convengamos que en los niveles de decisión esas reservas están un tanto agotadas y, por el contrario, lo que parece imponerse es una mezcla infame de hipocresía y cinismo practicada por los que mandan pero aceptada, tolerada y consentida por muchos de los gobernados."
"Para nuestro consuelo o para nuestra autoestima, los hombres y las mujeres de bien existen en la Argentina y hasta me atrevería a decir que numéricamente son más que los malvivientes. Lo que ocurre es que así como una minoría de justos puede producir milagros, una minoría de delincuentes puede transportarnos alegremente al infierno."
"Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé...
(En el quinientos seis y en el dos mil también!)"
decía Enrique Santos Discépolo en su tema "Cambalache", que si se rescribiera en este tercer milenio, no haría falta cambiarle ni agregarle ninguna letra, salvo algunas cuestiones de fechas.
“...el siglo veinte es un despliegue de maldá insolente ya no hay quien lo niegue.”
En el siglo XXI, hace poco iniciado, no podemos quedarnos llorando con esta letra ante la Cruz Mayor, sino transformarnos en el fermento, para un cambio positivo, recuperando los valores morales y éticos perdidos, pese a toda la fuerza multinacional y multidiabólica, que tienen quienes `propician este estado de cosas.
"Todo es igual! Nada es mejor!
lo mismo un burro que un gran profesor!
No hay aplazaos ni escalafón,
los inmorales nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición
da lo mismo que si es cura, colchonero, rey de bastos caradura
o polizón!..."
En la Argentina del neoliberalismo, hace rato que mandaron a “lavar los platos” a profesores e investigadores; que las calificaciones a los estudiantes, especialmente a los aspirantes al ingreso de sus estudios universitarios, se dan de forma que hace suponer, la corrupción infestó todos los estamentos de la sociedad; que los diversos cambios en los objetivos y contenidos de la enseñanza primaria y secundaria preparatoria, están dando resultados desastrosos en la educación en general; amonestaciones por faltas graves solo se ven en las canchas de fútbol; la generalidad del pueblo no sabe si tiene que cuidarse de los delincuentes o de quienes legalmente están para cuidarnos de ellos y también de los que tienen a cargo juzgar sus conductas y dictar sus condenas.
Son penosas las conclusiones que podemos hacer, si profundizamos en el análisis de la educación en Argentina, que sumada a la paupérrima alimentación que reciben la mayoría de los más pequeños, en un futuro tenemos una gran parte de la población, con un crecimiento físico por debajo de los niveles normales y con una paupérrima formación. Es la tendencia propiciada por estas nefastas políticas inmersas en la globalización y atentas a satisfacer necesidades de unos pocos beneficiados. No solamente los argentinos, sino la mayoría de los países del mundo, estamos financiando la educación de niños y jóvenes americanos, y subvencionamos la producción y el trabajo productivo de unas poca naciones, a costa de ir descendiendo en el nivel de lo nuestro. Son las reglas del colonialismo, aceptado y propiciado justamente desde el centro mismo de poder.
Se ha rebajado tanto la dignidad de la persona humana, que con los subsidios que pretenden hacer frente al desamparo de esa multitud que vive por debajo de la línea de la pobreza, se implementa una conducta de rechazo hacia cualquier trabajo remunerativo, dado que casi no existe diferencia entre lo que puede ganar una persona que no está calificada para labores especiales, comparándola con esa “ayuda” del Estado argentino, a los jefes o jefas de hogar desocupados. En esa misma sociedad, especialmente la clase política, hace ostentación de sus riquezas, indignas de un sistema republicano, y que pocos emperadores o reyes de toda la tierra, habrán soñado poseer.
S.S. Juan Pablo II, en su discurso inaugural del Seminario Palafoxiano de Puebla de los Angeles, en México, el 28 de Enero de 1979, decía:
"...Esta dignidad es conculcada, a nivel individual, cuando no son debidamente tenidos en cuenta valores como la libertad, el derecho a profesar la religión, la integridad física y síquica, el derecho a los bienes esenciales, a la vida... Es conculcada, a nivel social y político, cuando el hombre no puede ejercer su derecho de participación o es sujeto a injustas e ilegítimas coerciones, o sometido a torturas físicas o síquicas, etc.”
“Cuando Pablo VI declaraba que "el desarrollo es el nuevo nombre de la paz", tenía presentes todos los lazos de interdependencia que existen no sólo dentro de las naciones, sino también fuera de ellas, a nivel mundial. El tomaba en consideración los mecanismos que, por encontrarse impregnados no de auténtico humanismo, sino de materialismo, producen a nivel internacional ricos cada vez más ricos a costa de pobres cada vez más pobres.”
"... la Iglesia ve con profundo dolor "el aumento masivo, a veces, de violaciones de derechos humanos en muchas partes del mundo... ¿Quién puede negar que hoy día hay personas individuales y poderes civiles que violan impunemente derechos fundamentales de la persona humana, tales como el derecho a nacer, el derecho a la vida, el derecho a la procreación responsable, al trabajo, a la paz, a la libertad y a la justicia social; el derecho a participar en las decisiones que conciernen al pueblo y a las naciones? ¿Y qué decir cuando nos encontramos ante formas variadas de violencia colectiva, como la discriminación racial de individuos y grupos, la tortura física y sicológica de prisioneros y disidentes políticos? Crece el elenco cuando miramos los ejemplos de secuestros de personas, los raptos motivados por afán de lucro material que embisten con tanta dramaticidad contra la vida familiar y trama social" [Juan Pablo II, Mensaje a la ONU, 2-12-1978]. Clamamos nuevamente: ¡Respetad al hombre! ¡El es imagen de Dios! ¡Evangelizad para que esto sea una realidad! Para que el Señor transforme los corazones y humanice los sistemas políticos y económicos, partiendo del empeño responsable del hombre.”
"Igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches
se ha mezclao la vida y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia contra un calefón!"
De esa forma siguen los versos de Discépolo, y como todo hombre tiene su inclinación religiosa, exclama a continuación:
"¡Dale nomás! ¡Dale que va! Que allá en el horno nos vamo a
encontrar!"
La historia de esta parte del continente americano, comienza mucho antes, y con avasallamientos y opresiones, parecidas a las actuales; cito a Pacho O’ Donnell en su libro “El Rey Blanco” cuando escribe:
"Basta leer el informe presentado en 1517 por fray Pedro de Córdoba para comprender que la corona española no podía permanecer indiferente ante las denuncias que llegaban de América."
"Los españoles, acusaba el fraile, "no poblaban sino des-poblaban" las Indias. Han tenido mucho cuidado y diligencia de hacerles sacar oro y labrar otras haciendas y sufrir el ardor del sol en cueros vivos, sudando la furia de los trabajos, no teniendo a la noche en que dormir sino en el suelo, no comiendo ni bebiendo para sustentar la vida, matándose de hambre y de sed. Las mujeres han trabajado y trabajan en esta tierra tanto y más que los hombres y así desnudas y sin comer y sin camas, y aun algunas preñadas y paridas, que Faraón y los egipcios aún no cometieron tanta crueldad con trato de Israel"
Ocurrieron muchos hechos desgraciados en el mundo, en los últimos tiempos y particularmente en nuestra Argentina; y este no es el lugar para hacer un detalle y análisis de ellos, aunque me referiré someramente a algunos que nos marcaron definitivamente.
El derrumbamiento de las Torres Gemelas, ocurrido en N.Y el 11 de Setiembre de 2001, hace tres años, significó un golpe duro al centro del poder Americano, ya que en el mismo atentado, hubo otros objetivos como el Pentágono y la Casa Blanca. Un ataque al corazón del Imperio de los Estados Unidos. Estados Unidos en la reacción propia de una respuesta bélica utilizó inmediatamente aviones cazas para derribar aviones de pasajeros que habían sido secuestrados, pasando por alto la consideración de las vidas de los viajeros civiles.
El ataque al corazón del Imperio no ha dañado su estructura; eso sí, ha tenido una inmediata repercusión mundial; el terrorismo que se ha hecho presente el 11 de septiembre de 2001 en el corazón del Imperio ya no es insignificante, ni oligofrénico, ni improvisado. Viene muy de atrás. Su maligna intención contra el Imperio es, por decirlo así, trascendental, precisamente porque lo es el Imperio y porque lo es la estrategia del ataque, en tanto que ha logrado una conmoción universal. Sin duda, el ataque al corazón del Imperio no tiene fuerza suficiente para destruir el sistema capitalista, aunque sí para hacerlo retemblar y exigir alguna reorganización.
Ninguna de estas cosas ocurrió con el Imperio, que desde la desmembración de la Unión Soviética, se transformó en el único amo del planeta, y el "salvador" y "componedor" -arsenal bélico sofisticado mediante- de cuanto conflico apareciera en cualquier rincón del mundo. Alos pocos días, terminados los actos protocolares de duelo, se declaró la guerra al mundo entero, representado esta vez por el terrorismo internacional; la disyuntiva para el resto de los países era: o se estaba con el imperio, o se era considerado enemigo, protectos y financista de estos grupos de destrucción y muerte.
Osama ben Laden, iniciaba una guerra "santa" tan paciente y meticulosamente preparada. El Islam ortodoxo representado por Al Qaeda quiso celebrar el pasado 11 de septiembre, a su manera, lo mismo que recuerdan ese día todas las efemérides judías modernas. El 11 de septiembre de 1921 se estableció el primer poblado judío en Palestina. El 11 de septiembre de 1921 la Organización Sionista Mundial celebró el establecimiento de Nahalal, la primera «moshav», aldea colectiva, en el «emek», en el valle de Izreel. Los musulmanes ya habían protestado violentamente en mayo de 1921 contra el desplazamiento de judíos a
Palestina (Golda Meir, por ejemplo, llegó ese mismo 1921 a Palestina, precisamente desde Nueva York).
Sabemos que primero le tocó a Afganistán y luego a Irak. Es cierto que se terminó la guerra inútil en Asia, o al menos terminaron las acciones más espectaculares de destrucción, y como en tantas otras ocasiones, los cerebros imperialistas del norte, no aciertan a obtener un triunfo político, ni menos dar soluciones a un pueblo que venía castigado por un dictador, pero que de todos modos prefiere su autonomía y autodeterminación. Y me pregunto donde están las respuestas, a tan grandilocuentes palabras que precedieron a esa cruzada salvaje. Como Bin Laden, Sadam no aparece. Tampoco aparecen las armas de destrucción masiva y bacteriológicas.
Tomé nota que el único ministerio gubernamental, no destruido por las bombas en Irak, fue el del Petróleo, donde ahora está instalado el comando de esta terrible gesta. En fin, estamos lejos de ese infierno, pero tenemos el nuestro instalado a la vuela de casa.
Granero del mundo, esta Argentina, que va a la cabeza en lo que es la producción de alimentos per cápita en el mundo, pero en la que últimamente se resuelven los problemas de la gente, con medidas que tuvieron algún sentido en la Vietnam de post guerra, en la India superpoblada y analfabeta o en otro de esos miserables rincones de la tierra habitados por esos olvidados de Dios. Le vamos a dar uniformes, guantes, tal vez alguna vacuna de esas que siempre quedan vencidas, a los cartoneros. Vamos a instalar ollas populares con la pudrición de los desechos de las grandes cadenas de supermercados. Los que todavía podemos tirar basura en lugar de recogerla, deberemos atender algunas indicaciones, a fin de que quienes hurgan en ellas, sepan que en la verde puede haber papel o cartón y en la negra restos de comida mezclados con mierda.
La naturaleza tiene sus reglas y sus fuerzas, que el hombre desafía a través de los siglos, y en forma creciente en los últimos años. Y reacciona como puede para acomodarse, para tratar de mantener el orden ecológico. Y ese bendito recurso del agua, tan necesario y muchas veces escaso, de pronto abunda desmedidamente y entonces relucen todas las miserias humanas, en forma más evidente.
Yo recuerdo en el año 98, la última creciente grande del Paraná, que afectó un poco a nuestra zona. Entre Avellaneda y Reconquista, pasa un arroyo, "El Rey". Y en esa oportunidad, también fue en el mes de abril, por lo que coincidieron grandes lluvias que drenan ese curso de agua, las cuales desbordaron por encontrarse el Paraná en uno de sus picos históricos más altos. Entonces una ínfima parte de la población de Reconquista, se inundó, afectando a esa gente que por no tener otros recursos, se radica inconscientemente en las orillas del arroyo, y también a algunos barrios cercanos, aparte de toda la escasa población del puerto, distante unos 15 kilómetros al este. En Avellaneda no se sintió mucho, al menos en la zona urbana, siendo los más afectados los productores agropecuarios de la zona de islas. Pero el tema llegó a los medios de Buenos Aires, y entonces aparecieron en ese entonces algunos personajes, que transmitían en directo mostrando el desastre. Recuerdo a “Palito” Ortega, con el agua hasta la rodilla, y a Guillermo Andino, que aparecía sobre una canoa, como mostrándole al país que la única forma de llegar al norte de Santa Fe, era utilizando ese medio, cuando en realidad, la Ruta 11 nunca estuvo cortada y el había aterrizado cómodamente en la III Brigada Aérea, a unos pocos kilómetros, y de allí en una 4x4 importada se había llegado al lugar donde se apeó a la precaria embarcación. Y mostrando los ranchos de adobe y paja, o las miserables casuchas de chapa, decía: “... miren como tiene que vivir esta pobre gente, por la violencia del río, bla, bla, bla...”, cuando en realidad esa gente, vivía así todo el año, aún en las épocas de peores sequías. Y en esa época, también el país se solidarizó, y mandaron cuantiosas cantidades de provisiones, tanto a este lugar como a las zonas del Chaco, afectadas por las inundaciones. Pero también estábamos en vísperas de alguna elección, y por supuesto que la distribución fue un afane al punto que en lugares se encontraron meses más atrás depósitos abarrotados de alimentos podridos, que no se distribuyeron en el momento.
Con esto no quiero minimizar la tragedia que vivió la ciudad capital de la provincia, Santa Fe, que por cierto fue mucho más grande y dolorosa de lo que puede mostrar la televisión, pero ocurre como cuando descubrieron los niños desnutridos de Tucumán y otros parajes perdidos del interior del país, y con morbosidad los ponían en nuestras pantallas, descubriendo que en Argentina había hambre. La perversidad del hombre no se limita a desafiar la naturaleza, sino que se hace más patente en su desenfrenada codicia: la ciudad de Santa Fe, estuvo una noche en virtual estado de guerra, donde vecinos se defendían de otros vecinos, a mano armada, de saqueos y violaciones. El pan se vendía a cinco pesos en la ciudad y lo hace esa misma gente que aparece diciendo en la tv, que la culpa de todo la tienen las autoridades provinciales y nacionales, que patatín y que patatán y que darían todo por salir en ayuda de los que tienen sus casas bajo el agua.
En este mundo al revés que vivimos, vemos por ejemplo millares de policías en un encuentro de fútbol, o la prontitud con que las fuerzas “del orden”, como gendarmería, salen a matar gente en inocentes manifestaciones por justos reclamos, en cualquier rincón del país, o el gran despliegue de seguridad montado, para citar un caso, frente al hotel donde Menen se alojó el día de las últimas elecciones, pero inexplicablemente desaparecen en circunstancias como las que afectan a la ciudad santafesina.
El agua bajó, pero el drama seguirá...
Se dijo tantas veces que tenemos el gobierno que nos merecemos... aunque creo que no nos "merecíamos" tanto... de todos modos hay que asumir la responsabilidad que tiene cada uno, y aunque parezca insignificante, cualquier obrar en el sentido de la rectitud, puede ir modificando lentamente el planeta entero... comencemos con nosotros mismos, sigamos con nuestra familia, nuestros vecinos, nuestro barrio, nuestros pueblos, y en ese entrechocar de olas de buenas acciones, algo bueno debe ocurrir, alguna cosa podemos cambiar.
De tono pesimista y todo mezclado como en la vidriera irrespetuosa del Cambalache, son las palabras que en esta oportunidad dejo, aunque tengo conciencia de que como decía el técnico ése de fútbol: "la base está", que hay mucha gente con valores muy buenos, en Argentina y en el mundo, que también actúan, aunque sus acciones no aparezcan en la primera plana de ningún diario... trabajo hormiga, fastidioso, desesperante, pero necesario... el mal viene, a veces con mucha pirotecnia y otras en forma muy solapada... no nos dejemos vencer... actuemos como verdaderos ciudadanos republicanos, como verdaderas personas respetuosas de la libertad y de los derechos del prójimo, instiguemos y reclamemos con dignidad y dentro de la legalidad por los derechos que se nos quitan diariamente... si somos adeptos a alguna religión, rescatemos los valores morales que la misma nos propone, y actuemos en consecuencia.
Pero ponga su esperanza
En el dios que lo formó;
Y aquí me despido yo
Que he relatao a mi modo
Males que conocen todos,
Pero que naides contó.
VERSO FINAL DE "El gaucho Martín Fierro"
OPINIONES, PUNTOS DE VISTA, COMENTARIOS... | HOMERO ALCIBIADES RACETO |