FACTORES CONDICIONANTES
HISTORIA ARGENTINA
Factores condicionantes y expansión agropecuaria
La incorporación de la economía argentina al expansivo mercado mundial a partir de mediados del siglo XIX se efectuó sobre la base de la expansión de las exportaciones de productos agropecuarios.
El incremento de las exportaciones fue posible por dos motivos principales:
1. Fuerte expansión de la demanda mundial de productos agropecuarios de clima templado resultante de la integración creciente de la economía mundial a partir de mediados del siglo XIX.
- Disponibilidad de enormes extensiones de tierras fértiles en la zona pampeana, no explotadas o sólo parcialmente utilizadas.
Pero estos factores no bastaban: la escasez de mano de obra impedía el aumento sustancial de la producción y de las exportaciones agropecuarias.
Por otro lado los medios de transporte terrestres continuaban siendo prácticamente los mismos de la colonia. El tráfico en carretas y la práctica ausencia de caminos mejorados determinaba un nivel de fletes que hacía imposible la puesta en producción de las tierras alejadas del puerto de Buenos Aires y limitaba la expansión de las actividades, particularmente para los productos agrícolas.
La separación de la provincia de Buenos Aires de la Confederación y la guerra civil, creaban un clima de inestabilidad política que obstaculizaba el poblamiento de la zona pampeana, el trazado de ferrocarriles, la entrada de capitales del exterior.
Era necesario solucionar esos problemas y así se hizo:
1. Inmigración: La solución estaba en la incorporación de población ajena a la región misma, es decir de fuertes contingentes migratorios del exterior. Pese al aumento de población y de disponibilidad de fuerza de trabajo en la zona pampeana, la característica del sector agropecuario continuaría siendo la baja cantidad de mano de obra ocupada por superficie explotada, pero dicho aumento, conjuntamente con las mejoras técnicas y la mecanización introducida en las explotaciones, permitió la fuerte expansión de la producción rural registrada en la etapa.
- Ferrocarriles: El ferrocarril fue la respuesta al problema de transporte, rebajando radicalmente los fletes y posibilitando la puesta en producción de las tierras más alejadas de los puertos de embarque y de los centros de consumo. En 1857 existían solamente 10 km. De vías férreas, en 1887 6700 km, en 1900 16.600 km. y en 1914 35.500 km. La financiación de las inversiones en ferrocarriles se realizó fundamentalmente con capital extranjero. El capital privado argentino nunca contribuyó en medida significativa a la expansión ferroviaria y el sector público, salvo en casos marginales y aislados de construcción y administración directa, se limitó a crear las condiciones propicias a la radicación de capital extranjero en la actividad ferrocarrilera. Las medidas de incentivo incluían la concesión de tierras, la garantía de tasas mínimas de ganancias y la libre transferibilidad al exterior de los servicios del capital invertido. Los ferrocarriles representaban en 1913 el 36% del capital extranjero total invertido en el país.
- Organización nacional: La reincorporación de la pcia. De Bs. As. A la unión nacional en 1861 y la elección de Mitre como presidente del país unificado en 1862, consuma, en el plano institucional, el último de los requisitos básicos para le funcionamiento de la economía primaria exportadora. La relación estrecha entre la estabilidad y la organización institucional y el funcionamiento del sistema económico de la nueva etapa, particularmente en referencia a:
o Régimen presupuestario: La nacionalización de las recaudaciones de aduana y el establecimiento del primer presupuesto nacional efectivo sentaron las bases de un fisco cuyos recursos se irían expandiendo al compás del aumento del comercio exterior y del desarrollo general del país. Este fisco podía adquirir compromisos en el exterior vendiendo sus títulos públicos en Londres y otros mercados financieros internacionales.
o Sistema monetario: No bastaba la existencia de un presupuesto nacional para crear condiciones totalmente satisfactorias para la entrada de capital extranjero, particularmente en cuanto se refiere a la compra de títulos públicos. Era necesario, además, establecer un sistema monetario que permitiese condiciones de estabilidad para el valor de la moneda nacional y asegurarse el puntual cumplimiento de los compromisos exteriores del sector público. La convertibilidad del oro en pesos y del peso en oro por un solo instituto emisor, aseguraba la estabilidad del tipo de cambio y evitaba la creación de dinero para financiar los déficit del gobierno. El ajuste estricto del sistema monetario interno al patrón oro servía a varios propósitos: equilibraba el balance de pagos, aseguraba la estabilidad del peso, evitaba la expansión monetaria sin respaldo oro, imponía un marco de responsabilidad a la política del gobierno y garantizaba a los inversores extranjeros el puntual cumplimiento de los compromisos de la deuda pública externa. Recién en 1899, con la creación de la Caja de Conversión, la centralización en la misma de la facultad de emitir y el establecimiento de la convertibilidad se sentaron las bases monetarias para el funcionamiento adecuado del sistema.
El aumento de las exportaciones y el arribo de capitales del exterior aumentaba la capacidad de importar. Frente a esta creciente posibilidad de adquirir bienes y servicios en el exterior se siguió una política de libertad de importaciones. Pero para que esta política de libre cambio fuera efectiva era necesario unir el mercado nacional eliminando las aduanas interiores y las restricciones al tráfico provincial. Esto se logro en 1862 al formarse el primer gobierno nacional posterior a la organización del país.
La organización política e institucional del país proporcionó pues, las garantías necesarias para la entrada de capitales e inmigrantes del exterior y posibilitó la adopción de una política económica que facilitó las fuerzas de la integración de la economía argentina en el mercado mundial dentro de los moldes de una economía primaria exportadora.
1. Régimen de tenencia de la tierra: La influencia concurrente de los factores dados (expansión de la demanda mundial y amplia existencia de tierras fértiles en la región pampeana) y de los factores adquiridos (inmigración, ferrocarriles y la organización nacional) proporcionó las condiciones básicas para el desarrollo de la producción agropecuaria en la zona pampeana y el crecimiento de las exportaciones
Sin embargo, la intensidad del desarrollo del sector rural y la conformación social resultante del mismo, estuvieron fuertemente condicionadas por el régimen de tenencias de la tierra heredado de la etapa de transición.
El régimen de tenencia ejerció su influencia sobre el desarrollo del sector rural y de la economía en su conjunto en tres campos principales:
o la estratificación social: El elevado grado de concentración de la propiedad territorial y de difusión del sistema de arrendamiento se refleja en a estructura social del sector agropecuario. El régimen de tenencia impidió que la producción agropecuaria se apoyara básicamente en una poderosa clase de productores medios, con unidades de explotación de dimensión tal que hubieran permitido la utilización creciente de la técnica y maquinaria agrícola con el consiguiente aumento de la productividad y los ingresos.
- el crecimiento de la producción agropecuaria: Las características del régimen de tenencia disminuyeron las posibilidades de crecimiento de la producción rural. Por una lado, porque la falta de acceso a la tierra redujo la capacidad del campo de absorber las corrientes migratorias del exterior. Por otro lado, la capacidad de capitalización del sector se vio limitada por la falta de interés de los arrendatarios en realizar inversiones fijas permanentes en tierras que no les pertenecían y por la alta inclinación de los grandes propietarios a destinar una proporción de su ingreso al consumo de tipo suntuario y a realizar inversiones fuera del sector, particularmente en construcciones en la ciudad de Buenos Aires y otras ciudades.
- el equilibrio político interno: La concentración de la propiedad territorial en pocas manos aglutinó la fuerza representativa del sector rural en un grupo social que ejerció una poderosa influencia en la vida nacional. Este grupo se orientó, en respuesta a sus intereses inmediatos y a los de los círculos extranjeros a los cuales se hallan vinculados, hacia una política de libre comercio opuesta a la integración de la estructura económica del país mediante el desarrollo de los sectores industriales básicos t opuesta también a cualquier reforma del régimen de tenencia de la tierra.
Bajo el influjo de condiciones excepcionalmente favorables para el desarrollo agropecuario, se fue ampliando rápidamente la cantidad de las tierras de la región pampeana puestas en producción. La superficie total sembrada pasó de 340.000 ha en 1875, a 6 millones en 1900, a 20 millones en 1913 y a 25 millones en 1929.
El hecho más notable de la expansión de la producción rural desde la década de 1870 hasta la primera década de este siglo, radica en la fuerte expansión de la producción agrícola, fundamentalmente cereales y lino. Hacia 1870 las exportaciones de productos agrícolas representaban menos del 1% y las de productos ganaderos el 95%. La participación agrícola estaba cerca del 20% hacia 1890 y la ganadera en alrededor del 80%. En el primer quinquenio de este siglo, las participaciones de la agricultura y la ganadería eran ya prácticamente equivalentes con cerca del 48% de las exportaciones totales para cada una.
Hubo cambios en las exportaciones; primero el aumento de las exportaciones de lana y, hacia fines del siglo XIX, la vigorosa expansión de las de carnes, al introducirse el frigorífico y la exportación de carnes enfriadas, fundamentalmente al Reino Unido.
Las mejoras técnicas en la producción ganadera y agrícola, y la capitalización en ambas fueron naturalmente parte indisoluble del proceso de crecimiento del sector. Al comienzo de la segunda mitad del siglo XIX la agricultura era prácticamente insignificante. En la ganadería la zanja primitiva, para demarcar los límites de la estancia y el pozo y la aguada natural para abrevar la hacienda, comienzan a ser reemplazadas por el alambrado, los molinos de viento y el tanque australiano.
La introducción de reproductores importados permitió un rápido mejoramiento de la calidad de las haciendas y las prácticas organizativas de la producción pecuaria fueron mejoradas en muchos establecimientos por la incorporación de personal especializado proveniente de Inglaterra y Escocia.
En las actividades agrícolas la introducción de semillas importadas y la importación de maquinaria fueron los principales estímulos a la mejora de la productividad agrícola.
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